Cristina Fernández de Kirchner fue sentenciada a seis años de prisión e inhabilitada de ejercer cargos públicos por desviar contratos de obras públicas a un amigo de la familia.
BUENOS AIRES— El martes, Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta y titán político en Argentina, ha sido hallada culpable, sentenciada a seis años en prisión e inhabilitada para ejercer cargos públicos por un esquema de fraude que dirigió contratos de obras públicas de vialidad a un amigo de la familia cuando era primera dama y presidenta.
El veredicto fue un golpe importante para Fernández, la actual vicepresidenta y una figura profundamente divisiva que ha contribuido a dividir a Argentina entre quienes la apoyan a ella y a su movimiento de izquierda, el kirchnerismo, y quienes dicen que ha ayudado a arruinar a un país que, sin importar del gobierno en turno, ha tenido dificultades con la alta inflación, la pobreza y el fracaso de las políticas económicas.
La sentencia de seis años fue menor a los 12 que buscaban los fiscales. No obstante, ni la sentencia ni la inhabilitación proceden hasta agotar todas las apelaciones de las que dispone Fernández. Lo más probable es que el caso sea admitido por la Corte Suprema de Justicia de Argentina.
La sentencia de seis años fue menor a los 12 que buscaban los fiscales. No obstante, ni la sentencia ni la inhabilitación proceden hasta agotar todas las apelaciones de las que dispone Fernández. Lo más probable es que el caso sea admitido por la Corte Suprema de Justicia de Argentina.
Hasta entonces, Fernández puede seguir ocupando su cargo y volver a postular a la presidencia en 2023, aunque no ha anunciado sus planes.
En Buenos Aires, la capital, un panel de tres jueces anunció el veredicto en una emisión abierta luego de un juicio de tres años en el que a Fernández se le acusó de dirigir cientos de millones de dólares de contratos financiados por los contribuyentes a un socio de negocios a fin de construir carreteras en Patagonia, en la parte austral de Sudamérica.
El panel no la halló culpable de un segundo cargo de liderar una “asociación ilícita” que supervisó el esquema de sobornos.
Fernández vio los resultados en su despacho en el Congreso, donde funge también como senadora.
“Compatriotas, no es una condena por las leyes” de la constitución o el código penal, dijo en una emisión en video poco después. “Esto es un Estado paralelo y una mafia judicial”.
Fernández de Kirchner ha pasado 30 años en el ojo público, como primera dama, presidenta y actualmente como senadora y vicepresidenta. En este tiempo ha sido investigada por más de una decena de cargos, la mayoría de ellos relacionados con corrupción, aunque cuatro casos han sido desechados y en otros dos ha sido absuelta. Esta era la primera investigación que había llegado a juicio.
El veredicto del martes podría intensificar los desafíos que ya enfrenta para apelar a un público más amplio previo a las elecciones presidenciales del próximo año según los analistas. Pero también avivó a su base de seguidores, miles de los cuales acudieron el martes a la ciudad capital.
Las encuestas que miden la aprobación de los posibles candidatos presidenciales le dan un 29 por ciento de apoyo entre los votantes, pero ella no ha anunciado si va a presentarse.
Pero Luis Ledesma, profesor suplente de secundaria de 59 años, dijo que considera que los Kirchner eran corruptos.
“Todos lo que estaban cerca del entorno, todo quien se acercaba o se aliaba al entorno de esta gente, era que en muy poco tiempo había una cuestión de prosperidad”, dijo. “Hablamos de secretarios, choferes”.
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