15 septiembre 2022

Irán y Venezuela desarrollan potencial científico y tecnológico

Por: Hispan tv

En agosto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que más de 300 empresas de alta ciencia y tecnología nacionales, así como unas 84 iraníes, formarían parte de una Feria conjuntamente con la República Islámica.

Esto para articular un esfuerzo organizativo y desarrollar el potencial científico, tecnológico y de innovación a todo nivel en la nación suramericana. Lo cierto es que la premisa se ha concretado, por estos días inicia la Expo Feria Científica Tecnológica Industrial Irán – Venezuela. El principal objetivo del evento es concretar intercambios comerciales, científicos y alianzas estratégicas que permitirán fortalecer la producción tecnológica e industrial venezolana.

Todo esto además es el resultado de las alianzas y fuertes lazos de amistad entre Caracas y Teherán, que tomaron un reimpulso tras la gira del mandatario bolivariano hace unos meses a la nación persa.

Una gira en la que ambas naciones firmaron convenios de cooperación estratégica por 20 años en múltiples áreas, pero dentro de las cuales destaca el trabajo en el campo tecnológico para producir mayor cantidad de alimentos para consumo interno y para exportar a Asia Occidental.



Con esto, además, Venezuela e Irán demuestran otro tipo de cooperación en medio de las acciones hostiles y sanciones de Washington que afrontan a la fecha, buscando de avanzar con el desarrollo de sus pueblos, bajo la premisa de la autosuficiencia y autoproducción.

En esta edición de Detrás de la Razón por HispanTV, analizamos el impacto de estos logros entre Irán y Venezuela para sus ciudadanos y sus lazos de hermandad.

Para ver todos los episodios de Detrás de la Razón siga el canal oficial del programa.


Rusia amenaza a EE UU: si entrega misiles de mayor alcance a Ucrania cruzará una "línea roja" y será parte del conflicto

Por: Análisis Crítico


Las autoridades de Rusia han advertido a Estados Unidos de que si dona más misiles de largo alcance al Ejército de Ucrania podría estar "cruzando una línea roja" y convertirse en "parte del conflicto". Así lo señaló la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, quien añadió que "en un caso así, nos veremos obligados a reaccionar en consecuencia".

Por otra parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se vio involucrado este jueves de madrugada en un accidente de tráfico en Kiev tras regresar de la ciudad de Izium, siniestro del que salió sin heridas graves. El portavoz del mandatario detalló que un vehículo se estrelló contra el convoy presidencial. Este mismo jueves, el canal ruso General SVR Telegram publicó que también el presidente ruso, Vladimir Putin, habría sufrido un extraño accidente de tráfico, causado por una ambulancia, con un conductor muerto y tres guardaespaldas desaparecidos.

En el campo de batalla, el Gobierno ucraniano ha reconocido que su reciente contraofensiva se ha ralentizado, y que las tropas se enfocan ahora en penetrar en Lugansk. La inteligencia británica asegura que parte de las tropas rusas de la zona recuperada "huyeron presas del pánico".  


Las autoridades de  crania anunciaron este jueves la destrucción de una presa en Chornohorka, en la región de Dnipropetrovsk, para lograr una bajada del nivel de agua en el río Ingulets, desbordado tras un ataque ruso con misiles contra infraestructuras hidráulicas en la zona. El ministro de Exteriores ruso, Dmitro Kuleba, calificó el ataque de "crimen de guerra" y "acto de terror". Las inundaciones han anegado Kryvyi Rih, la localidad natal de Zelenski.

Zelenski sufre un accidente automovilístico en Kiev Videos

Por: Sputnik


La caravana del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sufrió un accidente en la capital del país, informó el secretario de prensa del mandatario, Serguéi Nikíforov.
Según detalló el funcionario, en Kiev, un automóvil de pasajeros chocó con el automóvil del presidente de Ucrania y los vehículos de escolta.
"Los médicos que acompañan al jefe de Estado brindaron asistencia de emergencia al conductor del automóvil y lo pasaron a la ambulancia. El presidente fue examinado por un médico, no se encontraron lesiones graves", escribió el funcionario en redes sociales.

La Policía ya está investigando el caso.
La central nuclear de Zaporiyia - Sputnik Mundo, 1920, 25.08.2022

Un sacerdote pega a un bebé en pleno bautizo ante la mirada atónita de sus padres

Por: Análisis Crítico

EN LA ISLA DE MARTINICA, EN AGUAS DEL CARIBE

Un sacerdote pega a un bebé en pleno bautizo ante la mirada atónita de sus padres

El sacerdote al principio trató de calmar a un bebé al que iba a bautizar, pero como no lo consiguió, acabó dándole una bofetada. Los padres, atónitos, tardaron en reaccionar, pero acabaron quitándole el niño de las manos.

Nuevo libro revela temor de Trump a la venganza de Irán por Soleimani

Por: Hispan Tv

El expresidente de EE.UU. Donald Trump teme la venganza de Irán por el asesinato del alto comandante antiterrorista iraní Qasem Soleimani, revela un libro.

Según ha informado este miércoles el diario británico The Guardian, Trump dijo a varios de sus amigos en diciembre de 2020 que temía que Irán intentara eliminarlo en venganza por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, excomandante de la Fuerza Quds, del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, quien cayó mártir el 3 de enero de 2020 en un ataque terrorista ordenado por Trump.

“En una fiesta de cóctel, Trump le dijo a varios de sus amigos de Florida que temía que Irán intentara asesinarlo, por lo que tuvo que regresar a Washington [la capital], donde estaría más seguro”, se lee en un nuevo libro de Peter Baker y Susan Glasser, un equipo de marido y mujer que escriben para The New York Times y The New Yorker.

El libro titulado The Divider: Trump in the White House 2017-2021 (El divisor: Trump en la Casa Blanca 2017-2021, en español), está previsto que se publique la próxima semana, pero The Guardian obtuvo una copia de ello.

Ese libro también indica que Trump y sus asesores consideraban lanzar nuevos ataques contra Irán, pero se retiraron de su decisión porque el final del mandato de Trump estaba demasiado cerca.

Es más, explica que, en junio de 2019, Trump tenía la intención de ordenar un ataque de represalia contra Irán, por el derribo del dron espía estadounidense Global Hawk que violó el espacio aéreo persa. Pero inmediatamente cambió su decisión.

Más tarde se supo que el presentador de Fox News, Tucker Carlson, estaba entre los que aconsejaron a Trump que no ordenara ataques contra Irán. Seis meses después, Trump autorizó el ataque contra Soleimani.

 

El mártir Soleimani, héroe de la lucha contra el terrorismo en Asia Occidental y una figura eminente que dedicó su vida a fortalecer el Eje de la Resistencia en la zona, fue asesinado el 3 de enero de 2020 en un ataque terrorista perpetrado por EE.UU. en Bagdad, la capital iraquí, junto con Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak, y un grupo de compañeros.

En represalia, Irán llevó a cabo el 8 de enero de 2020 un ataque con misiles contra la base de Ain Al-Asad, en Irak, justo después de que EE.UU. pusiera sus tropas y su sistema de defensa aérea en alerta máxima; pese a todo, no logró interceptar ni uno solo de los 11 misiles iraníes, de acuerdo con fuentes iraquíes.

Con todo esto, las autoridades persas dejaron claro que dicho ataque no era ni mucho menos la venganza real que tenían pensada por el asesinato de Soleimani y que continuarían las represalias contra el país norteamericano.

A su vez, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, aseguró que la represalia iraní contra las bases estadounidenses fue tan solo una bofetada, pero “la bofetada más dura incluye acabar con la hegemonía vacía de la arrogancia”.

El ayatolá Jamenei también afirmó que tales respuestas son independientes de las represalias contra quienes ordenaron el asesinato del general Soleimani y quienes lo llevaron a cabo.


El gobernador de Texas envia dos buses con migrantes venezolanos a la casa de Kamala Harris

Por: RT
Los vehículos llegaron al Observatorio Naval en la capital estadounidense la mañana de este jueves.
Texas envía dos buses con migrantes sudamericanos a la residencia de Kamala Harris

Dos autobuses con migrantes sudamericanos, enviados por el gobernador del estado de Texas, Greg Abbott, llegaron cerca de la residencia de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, en Washington D.C. la mañana de este jueves, recogen los medios locales.

Aproximadamente 100 migrantes, principalmente de Venezuela, que fueron recogidos en Eagle Pass, arribaron cerca de la puerta de guardia principal del Observatorio Naval poco antes de las 7 a.m. (hora local), días después de que la vicepresidenta insistiera en que "la frontera es segura" pese a que diariamente miles de inmigrantes indocumentados llegan a territorio estadounidense desde México.

Harris admitió el pasado domingo en una entrevista que el sistema migratorio estadounidense "no funciona" y "debe corregirse", aunque señaló que dicha deficiencia era más notoria durante el mandato del expresidente Donald Trump.

El convoy de autobuses llegó pocas horas después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, cumpliera una promesa similar de reubicar inmigrantes indocumentados en estados progresistas, enviando el miércoles dos aviones llenos de inmigrantes a la isla Martha's Vineyard (Massachusetts).

En los últimos cinco meses, Abbott amplió su estrategia de enviar inmigrantes no solo a la capital, sino también a Nueva York y Chicago, todas ciudades grandes dirigidas por alcaldes demócratas. A principios de septiembre, casi 250 autobuses con un total de casi 11.000 inmigrantes fueron enviados para consternar a las respectivas autoridades de esas ciudades.




Una vez pobre siempre pobres

Por: Análisis Crítico

No se trata de una máxima, pero presupone que la pobreza za no es superable, Alemania no está acostumbrada a la austeridad, al menos después de la segunda guerra mundial ha disfrutado de lo mejores niveles de estandar en cuanto a niveles de vida.


Brasil: Más de 30 millones de brasileños sufren "inseguridad alimentaria moderada o severa"

 Por: Análisis Crítico 

Washington y Beijing juegan con fuego en Taiwan

Por Michael T. Klare

El progresivo alejamiento, por parte de sectores cada vez más influyentes del gobierno de Estados Unidos, de la doctrina de “Una sola China”, ocurre en momentos en que Xi Jinping busca un tercer mandato.

Mientras Washington y Beijing tensan fuerzas, se hace necesario tomar medidas pragmáticas de distensión para espantar el riesgo de un conflicto armado.

Mucho antes de que el avión de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, tocara suelo taiwanés, el 2 de agosto, las relaciones chino-estadounidenses ya se encontraban en una espiral negativa. Desde Washington, el mandatario Joseph Biden y su gobierno se dedicaron a tejer una red de alianzas hostiles para acorralar a China; por su parte, Pekín multiplicó las maniobras militares agresivas en los mares de China Oriental y Meridional. Sin embargo, sus vínculos bilaterales no se habían deteriorado al punto de tornar imposible todo diálogo de alto nivel sobre el cambio climático o sobre otras cuestiones vitales. Como prueba de ello, los presidentes Biden y Xi Jinping discutieron esos temas durante su videoconferencia del 28 de julio.

En realidad, la visita de Pelosi creó una nueva fisura en la relación entre las dos potencias, acabando con toda perspectiva de cooperación. Sólo queda una rivalidad militar exacerbada.

Desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la República Popular China (RPC) en 1978, bajo la administración de James Carter (1977-1981), los dirigentes estadounidenses siempre adhirieron (al menos de forma pública) al principio de “una sola China”, constituyendo Taiwán y el continente un solo país, aunque sin depender necesariamente de una misma entidad política. Ello fue resumido en la célebre fórmula adoptada un poco más tarde: “Una China, dos sistemas”. Al mismo tiempo, en virtud de la Taiwan Relations Act (TRA) aprobada por el Congreso en 1979, Estados Unidos debe entregar armas defensivas a Taipéi según sus necesidades, y considerar todo intento chino de modificar el estatus de la isla por la fuerza como un hecho “extremadamente preocupante” –una formulación conocida por su “ambigüedad estratégica”, en la medida en que no dice claramente si Washington intervendría o no–.

Hasta ahora, esos dos preceptos combinados contribuyeron a garantizar cierta forma de estabilidad: al sugerir la existencia de un vínculo intrínseco entre Taiwán y el continente, el principio de “una sola China” disuade a Beijing de todo intento precipitado de apropiarse de la isla; al tiempo que la “ambigüedad estratégica” deja tanto a los taiwaneses como a los chinos en la incertidumbre sobre la respuesta estadounidense en caso de declaración de independencia de los primeros o de un proyecto de invasión de los segundos. Es un modo de disuadir a unos y otros de toda iniciativa imprudente.(1)

Aun cuando los dirigentes estadounidenses siguen asegurando adherir a esos dos principios, estos últimos meses los más altos responsables del gobierno y del Congreso dieron la impresión de que se habían alejado de ellos, en beneficio de una política que sugiere la existencia de dos Estados, “China por una parte, Taiwán por la otra” (“One China, one Taiwan”), y a favor de una mayor “claridad estratégica”. El mismo Biden contribuyó en este sentido: consultado por la cadena de noticias CNN acerca de si Washington defendería a Taiwán en caso de un ataque chino, respondió con claridad. “Estamos obligados a hacerlo”,(2) dijo, aunque no sea la línea oficial de Estados Unidos.

Tanto el presidente como otros altos dirigentes sugirieron también un cambio de política, buscando obtener de sus aliados en la región –Australia, Japón y Corea del Sur– el compromiso de asistir a las fuerzas estadounidenses en caso de que estas estén involucradas en una guerra contra China. Además, el Congreso fomentó ese proceso proporcionando un apoyo bipartidario a las entregas de armas a Taiwán, organizando allí, en repetidas ocasiones, visitas de delegaciones de alto nivel y proyectando modificar la TRA de 1979 para terminar con la “ambigüedad estratégica”, que sería reemplazada por un compromiso firme de ayudar a la isla a defenderse en caso de un ataque chino.(3)

Camino a la inflexión

China ha observado esos sucesos con un desconcierto creciente. Para sus dirigentes –y en particular para Xi, quien aspira a un tercer mandato de cinco años en el puesto supremo de primer secretario del Partido Comunista y de presidente de la RPC–, la reunificación de Taiwán al continente se impuso como el objetivo último de la política gubernamental, una condición sine qua non para el “renacimiento” nacional.(4) “El pueblo chino, con más de 1.400 millones de personas, está determinado a defender con resolución la soberanía de China y su integridad territorial”, declaró a Biden durante su conversación del 28 de julio, según el comunicado chino. “Nadie puede oponerse a la voluntad del pueblo, y cuando se juega con fuego, uno termina quemándose”.(5)

Pelosi era consciente de todo esto cuando viajó a Taiwán. Sabía perfectamente que su visita no podría más que agravar la situación. Tanto los responsables del Pentágono [departamento de Defensa] como los de la Casa Blanca [sede del presidente] le advirtieron que hacerlo en ese momento suscitaría la ira de los dirigentes chinos y provocaría de un modo u otro una fuerte reacción de su parte. A pesar de todo, Pelosi eligió ir a Taipéi –al tiempo que se aseguró de atraer al máximo la atención internacional dejando la posibilidad de su visita bajo un manto de duda–. No es posible no pensar que viajó con la firme intención de provocar y de acelerar el proceso de inflexión de la política estadounidense hacia la doctrina “China por una parte, Taiwán por la otra”, con todos los riesgos que ello conlleva.

Si tal era su intención, su iniciativa fue sumamente exitosa. A pesar de los esfuerzos desplegados por los responsables de la Casa Blanca para tranquilizar a sus homólogos chinos con el argumento de la separación de los poderes en el seno del sistema político estadounidense, a Beijing le costó creer que Pelosi sólo se representaba a sí misma –y no al gobierno de Estados Unidos–. Desde el punto de vista de los dirigentes chinos, esta visita no es más que la culminación de una campaña conjunta del Congreso estadounidense y de la Casa Blanca para repudiar el principio de una sola China, un primer paso hacia el reconocimiento de Taiwán como un Estado independiente. La administración Biden intentó salvar la situación al destacar con insistencia que no se había producido “ningún cambio” en su política, pero esas declaraciones no parecieron convencer a nadie.

Respuesta retórica y de fuerza

El 10 de agosto, tan sólo una semana después del viaje de Pelosi, la Oficina de Información del Consejo de Estado [Poder Ejecutivo] publicó un nuevo libro blanco sobre “la cuestión de Taiwán”, reafirmando la voluntad de Beijing de llevar a cabo la reunificación de la isla por medios pacíficos, sin excluir el uso de medios militares con el fin de quebrar toda resistencia por parte de las fuerzas independentistas taiwanesas o sus apoyos extranjeros: “Estamos dispuestos a crear un amplio espacio [de cooperación] con el fin de lograr una reunificación pacífica, pero no cederemos ni un ápice ante las actividades separatistas, sea cual sea la forma que ellas tomen –puede leerse–. La cuestión de Taiwán es un asunto interno que concierne a los intereses fundamentales de China […], ninguna injerencia externa será tolerada”.(6)

Las declaraciones oficiales estuvieron acompañadas de toda una serie de operaciones militares y diplomáticas, que apuntaban a demostrar que los dirigentes habían bajado su grado de tolerancia respecto de las “injerencias externas” como la de Pelosi. Aumentaron el nivel de preparación del país ante un eventual bloqueo de Taiwán e incluso ante la invasión de la isla si esta hiciera movimientos hacia la independencia. Así, se tomaron varias medidas preocupantes, que reflejan esta nueva posición.

El 4 de agosto, el Ejército Popular de Liberación (EPL) disparó 11 misiles balísticos DF-15 en las aguas situadas en el este, en el noreste y en el sudeste de Taiwán –lo cual deja entrever su intención de organizar un bloqueo de la isla en caso de una nueva crisis o conflicto–. Cinco de ellos impactaron en la zona económica exclusiva de Japón, señal de que toda guerra vinculada a Taiwán podría extenderse con rapidez al archipiélago nipón, que alberga numerosas bases militares estadounidenses.(7)

El 6 de agosto, representantes del gobierno chino anunciaron que el diálogo entre los responsables del EPL y los del ejército estadounidense, que apuntaba a prevenir cualquier confrontación involuntaria entre sus fuerzas navales y aéreas respectivas, estaba interrumpido. A la vez, las discusiones sobre cuestiones tan vitales como el cambio climático y la salud mundial también fueron suspendidas.(8)

El 7 de agosto, varios medios de comunicación del Estado chino anunciaron que de ahora en más el EPL llevaría a cabo “de forma regular” ejercicios militares al este de la línea media del estrecho de Taiwán (lado taiwanés), cuando hasta ahora las fuerzas chinas habían conducido principalmente sus operaciones al oeste de esta línea (lado chino). Así, acentúan la presión psicológica sobre la isla, a la vez que llevan a cabo simulacros de una invasión.

Pragmatismo necesario

Todas estas medidas fueron tachadas de “irresponsables” y “provocadoras” por parte de los estadounidenses. “No debemos tomar como rehén la cooperación sobre temas de interés mundial en nombre de las divergencias entre nuestros dos países”, declaró el secretario de Estado, Antony Blinken, durante una conferencia de prensa, en Filipinas, el 6 de agosto. “Los otros [países] esperan de nosotros, con toda razón, que continuemos trabajando sobre las cuestiones que atañen a la existencia y los medios de subsistencia tanto de sus pueblos como de los nuestros”.(9)

Lamentablemente, las palabras de Blinken contienen una gran parte de verdad. Pero sería erróneo tomar a China como la única responsable del impasse en el que se encuentra la relación entre los dos países. El secretario de Estado dedicó él mismo la mayor parte del último año a establecer alianzas para intentar contener el creciente poderío chino, y a enviar a los dirigentes chinos ultimátums sobre un gran abanico de problemas internos, tales como la persecución de los uigures de Xinjiang o la represión política en Hong Kong –ultimátums ante los cuales no podían ceder–. Por supuesto, Blinken también pidió una mayor cooperación en materia de cambio climático, pero siempre en segundo lugar. Desde el punto de vista chino, Washington es el que toma como rehén las discusiones sobre los temas que representan una problemática crucial para el planeta.

¿Acaso no es hora de poner fin a ese jueguito que consiste en desplazar hacia el otro la responsabilidad de la situación, y de retomar las discusiones pragmáticas sobre las medidas que permiten reducir el riesgo de un conflicto violento? Estados Unidos debería comprometerse a que sus buques de guerra no transiten más por el estrecho de Taiwán, y Beijing, a no atravesar la línea media del estrecho con sus fuerzas militares. Si bien es imposible volver a la era previa a la visita de Pelosi, se debe hacer todo lo posible para impedir que esta nueva configuración genere un conflicto armado. 

Notas:

1) Michael J. Green y Bonnie S. Glaser, “What is the US ‘one China’ policy, and why does it matter?”, Centre d’Études Stratégiques et Internationales, www.csis.org, 13-1-2017. 

2) John Ruwitch, “Would the US defend Taiwan if China invades? Biden said yes. But it’s complicated”, National Public Radio (NPR), Washington, 28-10-2021 

3) Olivier Knox, “Senate looks to update and deepen US-Taiwan relationship”, Washington Post, 1-8-2922. 

4) Tanguy Lepesant, “La pieza faltante del ‘sueño chino’”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, octubre de 2021. 

5) “President Xi Jinping speaks with US president Joe Biden on the phone”, Ministerio de Relaciones Exteriores de la RPC, Pekín, 29-7-2022.

6) “The Taiwan question and China’s reunification in the new era”, Oficina de Información del Consejo de Estado, Pekín, agosto de 2022. 

7) Sam LaGrone y Heather Mongilio, “11 Chinese ballistic missiles fired near Taiwan”, US Naval Institute News, 4-8-2022. 

8) Vincent Ni, “China halts US cooperation on range of issues after Pelosi’s Taiwan visit”, The Guardian, 6-8-2022. 

9) “Blinken: China should not hold global concerns ‘hostage’”, Associated Press, 6-8-2022.

Michael T. Klare es profesor en el Hampshire College, Amherst (Massachusetts). Autor de All Hell Breaking Loose: The Pentagon’s Perspective on Climate Change, Metropolitan Books, Nueva York, 2019.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/le-monde-diplomatique/

Traducción: Micaela Houston

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