17 noviembre 2021

Comunicado del presidente Biden sobre el incremento de muertes por sobredosis de drogas

Por: (AFP)

Estados Unidos registró un récord de más de 100.000 muertes por sobredosis en un año.

 Durante la pandemia, una cifra que alarmó a las autoridades sanitarias, que hablan de una "crisis" sin precedentes vinculada principalmente a las ventas ilegales de fentanilo, un potente opiáceo.

Imagen: Drogas de consumo legal

Entre abril de 2020 y abril de 2021, el país registró 100.306 sobredosis fatales, un aumento del 28,5% respecto al mismo periodo del año anterior (78.056 fallecimientos), según cifras provisionales divulgadas este miércoles por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Es la primera vez que se supera la barrera simbólica de las 100.000 muertes. Esto implica un fallecimiento cada cinco minutos.

"Mi gobierno está comprometido en hacer todo lo que esté en nuestro poder para atender la adicción y acabar con la epidemia de sobredosis", reaccionó el presidente Joe Biden en un comunicado.

"Mientras continuamos progresando para vencer la pandemia de covid-19, no podemos ignorar esta epidemia de muertes, que ha afectado a familias y comunidades alrededor de todo el país", agregó.

Por su lado, el secretario de Salud, Xavier Becerra, dijo a periodistas que "es tiempo de hacer frente al hecho de que esta crisis parece estar empeorando".

"Lo vemos en las caras de las familias de luto y en todos los cuidadores sobrepasados de trabajo. Lo escuchas cada vez que recibes una llamada de pánico al 911", aseguró Becerra, quien agregó que es necesario "poner todas las manos a la obra".

La pandemia aceleró un fenómeno que ya venía creciendo, al incrementar el aislamiento de ciertas poblaciones, según expertos.

- Píldoras falsas -

"Estas sobredosis son principalmente ocasionadas por opiáceos sintéticos, sobre todo el fentanilo fabricado ilegalmente", dijo en una conferencia de prensa Deb Houry, de los CDC.

Aunque las sobredosis ligadas a la metanfetamina, un estimulante igualmente muy adictivo, o a la cocaína, también aumentaron.

"Los traficantes de drogas y sus redes inundan nuestros barrios de fentanilo y metanfetamina bajo la forma de píldoras falsas", alertó Anne Milgram, jefa de la agencia estadounidense antidrogas (DEA).

Los cárteles mexicanos, que usan productos químicos importados de China, hacen creer a los consumidores que están comprando en línea medicamentos homologados y que pueden ser obtenidos bajo prescripción, cuando en realidad se trata de productos falsificados muy peligrosos, explicó.

Este año la DEA incautó "más de 14 millones de píldoras falsas, una cantidad que no deja de crecer de manera impresionante cada año", declaró. "Estas drogas mortales se encuentran en todos los estados" de Estados Unidos.

- Acceso a la naloxona -

El gobierno estadounidense anunció especialmente que prevé mejorar la prevención, así como el acceso a la naloxona, un antídoto capaz de contrarrestar una sobredosis.

Asimismo, dijo que va a estimular a los estados para que la naloxona esté, por ejemplo, disponible en prisiones o establecimientos escolares, o que esté totalmente cubierta por los seguros médicos.

"Creo que nadie debería morir de una sobredosis solo por falta de acceso a la naloxona", dijo Rahul Gupta, director de la oficina del gobierno encargada de la estrategia nacional de lucha contra las drogas.

Dos adultos y dos niños venezolanos murieron tras incendio en Chile


Cuatro venezolanos murieron en un incendio en un hogar de menores en Talca, Chile, durante la noche del martes, 16 de noviembre.

Imagen:  Hogar de menores en Talca


De acuerdo a lo informado por los bomberos, otros seis migrantes criollos resultaron heridos en el incidente.

El segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Talca, Francisco Iturra, detalló a los medios de comunicación la muerte de cuatro personas. “Lamentablemente, se confirman estos fallecidos en el lugar. Serían dos adultos y dos pediátricos (niños)”, añadió.

 
El segundo comandante Iturra insistió que los bomberos se dirigieron al sitio “de forma muy rápida” para buscar controlar el incendio”. Sin embargo, “se trataba de una estructura muy antigua, teniendo una rápida propagación”, lamentó, según La Tercera.

El fiscal de la región de Maule, Héctor de la Fuente, inició la investigación sobre el incendio. En ese sentido, confirmó que los cuatro fallecidos eran venezolanos, al igual que los seis que resultaron heridos.

 
NO SE CONOCEN LAS CAUSAS DEL INCENDIO
Hasta el momento, las investigaciones solo lograron determinar que los cuatro fallecidos y seis heridos son venezolanos. Sin embargo, todavía las autoridades no identificaron las causas del incendio en el hogar de menores de Talca.

El fiscal encargado del caso pidió información sobre los migrantes venezolanos. “Se ha pedido a Policía Internacional que verifique el tema migratorio de las personas que vivían en este domicilio”, dijo de la Fuente.

La fascinante historia de los pueblos que nunca han sido derrotados

Por: Analisis Critico

Se trata de los pueblos turquicos de Asia central.

Entre ellos destacan los  Escitas, Túrquicos, Xiongnu, Mongoles y Timúridas, pueblos nómadas que ocuparon la región de Asia central, fueron los primeros en la historia en usar caballos para la guerra.

El desarrollo histórico de estas tribus los llevó a conquistar cada vez nuevos asentamientos a causa de su condición de nómadas, en su expansión conquistaron Rusia, Mongolia y China hasta llegar al oriente próximo, de esas tribus muchas trascendieron a civilizaciones mas desarrolladas hasta evolucionar en estado y para la edad media ya habían conquistado grandes territorios y comenzaron a rivalizar con el imperio romano bizantino a quienes derrotaron tras largas jornadas de combates con templarios Bizantinos y finalmente se establecieron como imperio Otomano durante el período de Osman en el siglo XIII.

La estrategia que implementaron la familia Rothschild para construir su imperio financiero

Por: Analisis Critico

Una familia que ha sido motivo de estudio durante siglos por sus abrumadores éxitos y la enorme fortuna que lograron amasar.


¿Cómo emergieron tan repentinamente de aquellas calles alemanas para convertirse en los principales facilitadores del capitalismo moderno?

¿Cómo los Rothschilds se convirtieron en la familia más rica e influyente de los últimos dos siglos?

Venezuela es uno de los países que recibirá la píldora de Pfizer contra el coronavirus a bajo costo

Por: Analisis Critico

Venezuela es uno de los países que recibirá la píldora de Pfizer contra el coronavirus a bajo costo

El vocero de la iniciativa Unitaid, Hervé Verhoosel, informó el martes sobre un acuerdo con la farmacéutica Pfizer, para producir genéricos de su tratamiento en píldoras anticovid con precios asequibles para países en desarrollo.



Imagen: Logo Pfizer



Dicho acuerdo “facilitará la producción y distribución del antiviral mediante licencias a fabricantes de genéricos cualificados, con el fin de dar un mayor acceso a la población global“.

Los países beneficiados son: Belice, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

Mediante el acuerdo se podrían producir genéricos del fármaco experimental PF-07321332, que en combinación con ritonavir en bajas dosis reduce según la farmacéutica Pfizer en casi un 90% el riesgo de muerte por Covid-19 en enfermos con comorbilidades.


Pfizer dijo este mes que su píldora reduce el riesgo de hospitalización y muerte en casi un 90% en personas con cuadros de leves a moderados de COVID-19, y solicitó a las agencias reguladoras de varios países que autorizaran su uso lo más pronto posible.

Los expertos afirman que los resultados preliminares de la píldora son prometedores.

Con información de: AlNavío / VOA

Estados Unidos. ¿En qué ha cambiado la política migratoria con Joe Biden

Por Nuria López, Resumen Latinoamericano

Se sigue empleando el Titulo 42, que ha expulsado de la frontera sur a casi dos millones de inmigrantes sin que pudieran ejercer sus derechos de petición de asilo o refugio.


Imagen: Migrantes cruzando paso fronterizo


La política migratoria del presidente de EE.UU., Joe Biden, parece no haber experimentado grandes cambios 10 meses después de su llegada a la Casa Blanca, a pesar de una campaña en la que el entonces candidato presidencial tachó las política migratorias de Donald Trump de crueles e inhumanas y abogó abiertamente por su anulación. 

Aunque desde un principio se apostó por borrar la huella de Trump de la manera más rápida posible, la nueva administración se ha encontrado con multitud de problemas para llevar a cabo sus planes: la persistencia de la crisis del covid-19, la llegada masiva de menores migrantes no acompañados y el cambio en los patrones de migración, con los países centroamericanos y Haití como principales orígenes.

De hecho, después de que Biden asumiera la Presidencia el pasado 20 de enero, la cantidad de migrantes llegados a la frontera sur estadounidense superó las expectativas y las cifras previas, lo que dio al traste con algunas de las intenciones del nuevo presidente, como reanudar plenamente el procesamiento de solicitudes de asilo en los puestos fronterizos.

Niños y adolescentes no acompañados
Uno de los elementos que han caracterizado este año ha sido la enorme cantidad de menores no acompañados entre los migrantes que han cruzado la frontera. En marzo llegaron a ser la mayoría de las 4.500 personas alojadas en tiendas de campaña con capacidad para 250 personas. En junio y julio se volvieron a batir récords.


Migrantes esperando al amanecer ser transportados, en la frontera a lo largo del Puente Internacional en Del Rio, Texas, 24 septiembre 2021.Reuters
Las escenas vividas en marzo dieron lugar a una situación paradójica: el Ejecutivo de Biden reactivó el programa de asilo para menores de Centroamérica, mediante el cual niños y adolescentes de El Salvador, Guatemala y Honduras se pueden reunir con sus padres residentes en territorio estadounidense; mientras, mantenía cerrada la frontera sur e instaba a no cruzarla.

Según la normativa, los menores no podían estar detenidos más de 72 horas, tiempo a partir del cual debían ser entregados a un progenitor o familiar, por lo que la llegada masiva de niños no acompañados supuso un gran problema para la administración de Biden. Ya en febrero había más de 500 niños en un complejo de tiendas de campaña en Río Bravo, en el espacio previsto para 32.

En esa época los niños podían estar detenidos hasta 20 días y la media era de 133 horas. La situación obligó a habilitar nuevos espacios. A finales de abril el Departamento de Salud y Servicios Humanos, al cargo de la situación, tenía más de 22.000 menores a su cuidado.

La contradictoria política migratoria de Biden: reactiva el programa de asilo para menores de Centroamérica, pero mantiene cerrada la frontera sur
Además, en marzo hubo otra novedad, la Patrulla Fronteriza comenzó a dejar en libertad a familias detenidas bajo la única advertencia de que debían comparecer ante una oficina de inmigración en el plazo de 60 días. El 10 de septiembre la Patrulla había dejado en libertad a más de 107.000 personas, el 72 % de ellas acudió a una oficina.

Desde el inicio de la pandemia se calcula que 16.000 niños que viajaban sin uno de sus padres han sido expulsados de EE.UU. en virtud del Título 42. Tras la llegada de Biden, esta norma siguió en vigor, si bien eximió a los menores no acompañados. Así, los niños que cruzan con miembros de su familia extensa –que no son sus padres o hermanos mayores de edad– no se consideran parte de unidades familiares, por lo que pueden ser separados en la frontera, clasificados como menores no acompañados, y se les permite el ingreso.

Refugiados de Haití

Otra pieza a tener en cuenta en este puzle es la llegada masiva de refugiados provenientes de Haití. Alrededor de 15.000 llegaron en septiembre y acabaron acampados bajo un puente del poblado fronterizo de Del Río, en el estado de Texas. Fue allí donde se tomaron las imágenes que escandalizaron al mundo en las que se veía a agentes migratorios a caballo tratando de controlar a los migrantes con sogas, como si fueran ganado.

En este contexto, el Gobierno de EE.UU. optó por expulsar masivamente a los ciudadanos haitianos, aunque también permitió que miles de ellos se quedaran en el país. De nuevo, la paradoja.

Además, durante los últimos tiempos México se ha negado a acoger migrantes expulsados de EE.UU. que no sean de México, Guatemala, Honduras o El Salvador, lo que ha ocasionado que desde el pasado 19 de septiembre EE.UU. haya repatriado a Haití a alrededor de 8.000 refugiados, lo que constituye una de las repatriaciones más grandes del país.

Un oficial de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. intenta capturar a un migrante. Ciudad Acuña, México, 19 de septiembre de 2021.Reuters
Lo cierto es que en los últimos años ha cambiado el paradigma. Si antes la cara del migrante que cruzaba la frontera de EE.UU. era la de un mexicano adulto, ahora las nacionalidades mayoritarias provienen de Guatemala, El Salvador y Honduras, con la novedad de Haití; además las familias completas representan prácticamente la mitad del flujo migratorio, mientras que los niños son un porcentaje muy elevado.

Un ineficaz sistema de asilo
La dificultad de revertir las políticas de Trump estriba también en la carencia de un sistema de asilo eficaz. Por ejemplo, existe un enorme retraso en los tribunales de inmigración, que tardan años en resolver los procesos, ya que el sistema no estaba preparado para la llegada masiva de solicitantes de asilo.

Así, el cambio de paradigma va a llevar un tiempo. «Después del caos, la crueldad y las prioridades invertidas características de los cuatro años de Trump, estamos construyendo un sistema migratorio justo, ordenado y humano y eso no ocurrirá de un día para otro», dijo a AP el portavoz de la Casa Blanca, Vedant Patel, que sostiene que «en un breve espacio de tiempo la administración continua haciendo considerables progresos para cumplir su plan».

Título 42
Detrás del último año y medio de política migratoria de EE.UU. se encuentra el Título 42, una política de salud pública de la década de 1940 desempolvada por la administración de Trump para hacer frente a la amenaza sanitaria del coronavirus. Esa política ha permitido la deportación de casi 1,3 millones de migrantes en los últimos 18 meses expulsándoles directamente en la frontera sin darles la oportunidad de solicitar asilo u otras figuras análogas. Un protocolo que ha dejado en papel mojado el resto de la normativa estadounidense sobre migración.

Sin embargo, la persona expulsada no sufre ningún tipo de sanción, lo que para muchos supone un incentivo a la reincidencia y estaría detrás de que los migrantes rechazados realizasen inmediatos intentos.


Autoridades mexicanas documentan a los migrantes para obtener credenciales en un campamento cerca de la frontera norte. Tijuana, 28 octubre 2021.Reuters
En el año fiscal 2021, finalizado el 30 de septiembre, 1,7 millones de personas fueron detenidas en la frontera sureste por la Patrulla Fronteriza, la cifra más alta en un solo año, de acuerdo a los datos recientemente publicados por el Servicio de Aduana y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés). En julio, el número alcanzó las 212.000 migrantes detenidos, convirtiéndose en la cifra más alta en 21 años.

‘Permanecer en México’ 
Otra de las polémicas políticas que Biden prometió anular es la del Protocolo de Protección de Migrantes, conocido como ‘Permanecer en México’, bajo cuyo paraguas alrededor de 70.000 solicitantes de asilo se quedaron esperando fuera de territorio estadounidense hasta su cita con los tribunales de inmigración.

Los migrantes se veían obligados a permanecer en poblados fronterizos mexicanos en condiciones muy precarias, por lo que la aplicación de esta normativa hizo disminuir sensiblemente los cruces en la frontera.

La administración de Biden optó por una eliminación paulatina de este procedimiento, por lo que se organizó la logística para permitir que alrededor de 26.000 solicitantes de asilo permanecieran en suelo de EE.UU. en libertad mientras se tramitaban sus casos. En este marco, el 1 de junio ya habían regresado a EE.UU. más de 11.000 solicitantes de asilo. En esa misma fecha se declaró anulado el Protocolo.

En todo este tiempo, el Gabinete de Biden tan solo ha aplicado cambios menores, como la agilización de las solicitudes en casos de familias o el restablecimiento de la norma que permite a menores en Centroamérica solicitar reencontrarse con sus padres en EE.UU., o como asignar oficiales especializados en asilo a la frontera, para facilitar los procesos.

Siguiendo esta senda, según las pautas emitidas el pasado miércoles por el Departamento de Seguridad Nacional, las autoridades de inmigración de EE.UU. ponen fin a los arrestos en hospitales, escuelas, y otras áreas «protegidas».

Sin embargo, los activistas en favor de los derechos de los migrantes denuncian que tras cerca de un año en la Casa Blanca Biden no ha cumplido sus promesas hacia este sector y que las políticas establecidas por Trump todavía siguen en marcha.

Fuente: RT

Demasiadas cosas que parecían imposibles están sucediendo al mismo tiempo

Por Sergi Picazo

Enlace: Rebelión

La tormenta perfecta después de la Covid-19: no llegan microchips, falta gas natural, los alimentos se encarecen, las materias primas están al límite y… la crisis energética va para largo.


Demasiadas cosas juntas que parecían imposibles están sucediendo al mismo tiempo. Falta de todo. Suben los precios de todo. Informaciones de prensa hablan del hecho de que no habrá magnesio en Europa, que hay un problema con el uranio, que fallarán los nitratos para la agricultura. Son frecuentes los cortes de electricidad en China. Falta agua en Taiwán. Medio millar de barcos están atrapados en puertos de todo el mundo. Maersk no tiene suficientes contenedores. No hay camioneros en Alemania. Latas de refrescos se venden sin pintar. El precio de los juguetes, de la alimentación o del diésel se encarece. Estantes vacíos en supermercados del Reino Unido. Fábricas paradas en la Zona Franca [de Barcelona]. ¿Habrá cortes de suministro de gas este invierno? No podrás comprar la PlayStation 5 ni tu nueva bicicleta eléctrica. La prensa achaca esta crisis a los cuellos de botella y la Covid-19, pero si amplías el zoom, podrás ver el cuadro completo: crisis energética, falta de materias primas… y los efectos del cambio climático en el seno de un capitalismo globalizado zombi. La Covid-19 fue un ensayo del colapso que vendrá.

Los diarios económicos hablan todo el día de esto; las grandes patronales empresariales están por primera vez realmente asustadas… y todos dicen que la culpa es de una demanda de consumo disparada, de los cuellos de botella, de los trabajadores asiáticos confinados por la pandemia, de la dependencia de China, del bloqueo del canal de Suez, de los barcos que no llegan. Lo venden, sin embargo, como una situación temporal. Algunos científicos y activistas denuncian que también está ocurriendo una cosa más, que es más estructural que momentánea: las materias primas estarían llegando a su pico, la crisis energética no sería temporal, la crisis climática ya está afectándonos, no podremos seguir consumiendo tres planetas como hasta ahora. “La crisis de los microchips no es más que la punta del iceberg”, dice Alicia Valero, profesora de la Universidad de Zaragoza y autora de Thanatia. Los límites minerales del planeta: “Un ejemplo: en el siglo XXI ya hemos gastado más cobre que en toda la historia”. ¿Se acabó la fiesta? Viene el decrecimiento, y ya no será una elección: vendrá a hostias. Todo es incierto, todo es confuso, todo es complejo.

Dicen que no están llegando microchips para la industria del automóvil, que no están llegando los teléfonos móviles para la Navidad ni las bicicletas eléctricas que ahora se han puesto de moda. ¿Puede que sea un problema temporal y que en un año todo se solucione? Puede ser. Pero entonces, ¿cómo se explican otras cosas que echaremos en falta muy pronto, como el gas que viene de Argelia, el petróleo de Arabia Saudita, el litio de Chile o… por ejemplo, ¿cómo se explica que falte vidrio para embotellar el vino del Penedès y papel para imprimir libros cuando la mayor parte provienen del reciclaje y no dependen de los barcos de Maersk que vienen de Shanghái? El científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), experto en energía y autor de Petrocalipsis, Antonio Turiel, lo dijo hace poco: “Falta vidrio. Hablamos de un material reciclable y de proximidad, así que ¿en este caso también radica el problema en cuellos de botella logísticos? ¿No se trata más bien de que los costes energéticos de fundir vidrio ahogan a la industria?”

Demasiadas cosas juntas que parecían imposibles están sucediendo al mismo tiempo. Arabia Saudita reconoce que casi ya no le queda capacidad ociosa de producción de petróleo. Lo explican en el portal económico Sharecast. Los precios del propano en EEUU son tan elevados que los mercados predicen un “Armaguedon” durante los meses más duros del invierno. Lo dice el Financial Times. La falta de electricidad en Europa está afectando a la producción de silicio y de zinc, perjudicando, entre otras, la producción de placas solares. Tan solo el precio del silicio ha aumentado un 300% este año. Lo dice Reuters. Europa podría quedarse sin magnesio en poco tiempo, el 87% del cual proviene de China, y esto pararía la industria de transformación del aluminio, del titanio e incluso del acero: es decir, bicis, coches, aviones. Lo dice El Economista. El precio del algodón se duplica en apenas un año (más del 120% de aumento) y ahoga el sector textil. Los precios más altos en 10 años. Lo dice Forbes. La subida de los precios de los materiales de construcción ha hecho que las obras en el Estado español sean ya un 22% más caras y que 4 de cada 10 empresas estén cancelando o parando el trabajo. Lo dice La Vanguardia.

Y hablemos de cosas aún más serias: está subiendo y todavía subirá más el precio de la alimentación. Lo anuncian las patronales del sector. En agosto, el índice de precios de los alimentos ya había aumentado un 32,9% respecto a agosto de 2020. “Y lo que es peor: nuestros márgenes son estrechos y los costes se disparan”, aseguran. En estos 12 meses, los grupos de alimentos que utiliza la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para fijar el índice han evolucionado así: los cereales, como el trigo, la cebada o el maíz, suben un 31%; los lácteos, un 13%; la carne, un 22%, y el azúcar, un 9,6%. ¿Esto también tiene que ver con los cuellos de botella en Asia? Gustavo Duch, activista por la soberanía alimentaria, explicaba hace poco en un artículo en Ctxt: “Subirá el recibo de la comida por factores productivos derivados de la crisis climática, la desaparición de polinizadores o el agotamiento de insumos como los fertilizantes. Y por factores puramente capitalistas como la especulación.”

Por qué pasa todo esto ahora y todo al mismo tiempo

Demasiadas cosas juntas que parecían imposibles están sucediendo al mismo tiempo. Es cierto que las causas principales del colapso son los puertos colapsados, que el transporte terrestre no da abasto, la crisis del modelo just in time, que no almacenamos casi nada, las fábricas funcionan a medio gas en China o en Taiwán. Pero también hay causas de fondo, como una crisis energética global que no hace más que empeorar, una transición de los combustibles fósiles a las energías renovables mucho más compleja de lo que decían, el límite o pico del petróleo y de otras materias primas. Y en medio de todo esto está el factor de la elevada demanda de consumo: con una parte de la ciudadanía europea o norteamericana que tiene los bolsillos llenos (tras el ahorro forzoso del confinamiento por la pandemia de la Covid-19). Crisis sanitaria, crisis económica, crisis de la globalización, crisis energética y… crisis climática.

Probablemente los síntomas que estamos experimentando no son indicadores de un colapso total inminente. Habrá un invierno duro debido a la demanda de energía a causa del frío, y después mejorará en la primavera, y en verano volverá a crecer la demanda. “El proceso de crisis irá repitiéndose”, asegura Turiel. De todos modos, Luis González Reyes, miembro de Ecologistas en Acción y autor del libro La espiral de la energía, explicaba a los compañeros de El Salto que los síntomas que aparecen influyen en los factores que sí que llevarían a un colapso. “Estamos viviendo las primeras etapas del colapso”, decía. Hay fenómenos coyunturales y hay algunas cosa que han venido para quedarse. “Hemos de ser capaces de leer las coyunturas, que se recuperarán, como el desabastecimiento de bicicletas que ha habido; pero si miramos la articulación de las cadenas de producción globales, estamos ante un proceso sostenido y que tiene mar de fondo, que apunta hacia el colapso de la civilización industrial.”

Cada vez más investigadores e incluso la Agencia Internacional de la Energía reconocen que el planeta está llegando al límite de materias primas, al menos de las reservas conocidas. El citado Antonio Turiel y el activista de Extinction Rebellion y València en Transició, Juan Bordera, concluyen en el mejor artículo escrito hasta ahora sobre esta crisis en Ctxt que “el pico de todo tenía que llegar pronto o tarde, y está llegando”. Alicia Valero, que tiene conocimiento de la falta de minerales, confirma que “si seguimos a este ritmo, toda la transición ecológica y digital está en riesgo” porque “pasaremos de ser dependientes del petróleo a ser dependientes de toda la tabla periódica”. En su opinión, en los próximos años “habrá más paradas económicas y bajará el PIB: o cambianos el modelo, o la falta de recursos nos hará cambiar bruscamente el modelo”. Esto va en serio.

Y “en medio del marasmo de esta crisis total del capitalismo, de este pico de todo”, Turiel y Bordera reclaman que ahora debería ser el momento de relocalizar lo esencial, producir nuestros propios alimentos, asegurarnos los suministros básicos y el saneamiento del agua”. Decrecimiento, relocalización de la economía, salvar el agua, el aire y la alimentación… y disfrutar de los centenares de cosas que no contaminan.

Pero sobre todo hay una solución de este lío: “Tengo la solución: consume meeenos”, susurra al estilo joebiden. ¿Sabéis quién lo ha dicho? Un tal Morten Engelstoft, máximo ejecutivo de Maersk, la mayor empresa de transporte marítimo y de contenedores del mundo y una de las más afectadas por el caos. ¿Dónde lo ha dicho? En el Financial Times, la biblia capitalista. Abro comillas de la reflexión completa que hizo este empresario poco sospechoso de ecologismo radical: “Necesitamos un crecimiento más bajo del consumo para dar tiempo a la cadena de suministros para ponerse al día, o deberíamos repartir el crecimiento de manera diferente. La recuperación nos llevará un largo periodo de tiempo.”

Insisto: demasiadas cosas juntas que parecían imposibles están sucediendo al mismo tiempo (la frase, por cierto, no es mía: es del compañero Luis González Reyes).

Texto original: https://www.elcritic.cat/opinio/sergi-picazo/massa-coses-que-semblaven-impossibles-estan-passant-al-mateix-temps-107501 

Traducción: viento sur

Fuente: https://vientosur.info/demasiadas-cosas-que-parecian-imposibles-estan-sucediendo-al-mismo-tiempo/

Masacre que no se filtra no existe

Por: Jorge Majfud


“Si las guerras pueden comenzar con mentiras, la paz bien puede comenzar con la verdad” -Julian Assange

El 8 de marzo de 2019 los analistas de un comando militar estadounidense localizado en la millonaria península de Catar, se encontraban observando una calle de un pueblo pobre en Siria a través de imágenes de alta definición captadas por un dron inteligente. En la conversación que quedó grabada, los analistas reconocieron que la multitud estaba compuesta mayormente por niños y mujeres. A un costado, un hombre portaba un arma, pero todo parecía desarrollarse de forma tranquila. Hasta que una bomba de 220 kilogramos fue arrojada desde un poderoso F-15E, justo sobre la multitud. Doce minutos más tarde, cuando los sobrevivientes de la primera bomba comenzaban a correr o a arrastrarse, el mismo avión arrojó dos bombas más, esta vez de una tonelada de explosivos cada una y a un costo de un millón de dólares por explosión.

A 1870 kilómetros, en el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas del ejército estadounidense en la base de Al Udeid en Catar, los oficiales observaron la masacre en vivo. Alguien en la sala preguntó, sorprendido, de dónde había partido la orden. 

Al día siguiente, los observadores civiles que llegaron al área encontraron casi un centenar de cuerpos destrozados de niños y mujeres. La organización de derechos humanos Raqqa Is Being Slaughtered publicó algunas fotos de los cuerpos, pero las imágenes satelitales sólo mostraron que donde cuatro días atrás había un barrio modesto sobre el río Eufrates y en un área bajo el control de la “coalición democrática”, ahora no quedaba nada. La Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea de estados Unidos se negó a explicar el misterio.

Luego se supo que la orden del bombardeo había procedido de un grupo especial llamado “Task Force 9”, el cual solía operar en Siria sin esperar confirmaciones del comando. El abogado de la Fuerza Aérea, teniente coronel Dean W. Korsak, informó que muy probablemente se había tratado de un “crimen de guerra”. Al no encontrar eco entre sus colegas, el coronel Korsak filtró la información secreta y las medidas de encubrimiento de los hechos a un comité del Senado estadounidense, reconociendo que, al hacerlo, se estaba “poniendo en un serio riesgo de represalia militar”. Según Korsak, sus superiores se negaron a cualquier investigación. “La investigación sobre los bombardeos había muerto antes de iniciarse”, escribió. “Mi supervisor se negó a discutir el asunto conmigo”.

Cuando The New York Times realizó una investigación sobre los hechos y la envió al comando de la Fuerza Aérea, éste confirmó los hechos pero se justificó afirmando que habían sido ataques necesarios. El gobierno del presidente Trump se refirió a la guerra aérea contra el Estado Islámico en Siria como la campaña de bombardeo más precisa y humana de la historia.

El 13 de noviembre el The New York Times (NYT) publicó su extensa investigación sobre el bombardeo de Baghuz. De la misma forma que esta masacre no fue reportada ni alcanzó la indignación de la gran prensa mundial, así también será olvidada como fueron olvidadas otras masacres de las fuerzas de la libertad y la civilización en países lejanos.

El mismo diario recordó que el ejército admitió la matanza de diez civiles inocentes (siete de ellos niños) el 10 de agosto en Kabul, Afganistán, pero este tipo de reconocimiento público es algo inusual. Más a menudo, las muertes de civiles no se cuentan incluso en informes clasificados. Casi mil ataques alcanzaron objetivos en Siria e Irak solo en 2019, utilizando 4.729 bombas. Sin embargo, el recuento oficial de civiles muertos por parte del ejército durante todo el año es de solo 22. En cinco años, se reportaron 35.000 ataques pero, por ejemplo, los bombardeos del 18 de marzo que costaron la vida a casi un centenar de inocentes no aparecen por ninguna parte.

En estos ataques, varias ciudades sirias, incluida la capital regional, Raqqa, quedaron reducidas escombros. Las organizaciones de derechos humanos informaron que la coalición causó miles de muertes de civiles durante la guerra, pero en los informes oficiales y en la prensa influyente del mundo no se encuentran, salvo excepciones como el de este informe del NYT. Mucho menos en los informes militares que evalúan e investigan sus propias acciones.

Según el NYT del 13 de noviembre, la CIA informó que las acciones se realizaban con pleno conocimiento de que los bombardeos podrían matar personas, descubrimiento que podría hacerlos merecedores del próximo Premio Nobel de Física. 

En Baghuz se libró una de las últimas batallas contra el dominio territorial de ISIS, otro grupo surgido del caos promovido por Washington en Medio Oriente, en este caso, a partir de la invasión a Irak lanzada en 2003 por la santísima trinidad Bush-Blair-Aznar y en base a las ya célebres mentiras que luego vendieron como errores de inteligencia. Guerra que dejó más de un millón de muertos como si nada. 

Desde entonces, cada vez que se sabe de alguna matanza de las fuerzas civilizadoras, es por alguna filtración. Basta con recordar otra investigación, la del USA Today que hace dos años reveló los hechos acontecidos en Afganistán el 22 de agosto de 2008. Luego del bombardeo de Azizabad, los oficiales del ejército estadounidense (incluido Oliver North, convicto y perdonado por mentirle al Congreso en el escándalo Irán-Contras) informaron que todo había salido a la perfección, que la aldea los había recibido con aplausos, que se había matado a un líder talibán y que los daños colaterales habían sido mínimos. No se informó que habían los habían recibido a pedradas, que habían muerto decenas de personas, entre ellos 60 niños. Un detalle.

Mientras tanto, Julian Assange continúa secuestrado por cometer el delito de informar sobre crímenes de guerra semejantes. Mientras tanto los semidioses continúan decidiendo desde el cielo quiénes viven y quiénes mueren, ya sea desde drones inteligentes o por su policía ideológica, la CIA. Este mismo mes, la respetable cadena de radio estatal de Estados Unidos, NPR (no puedo decir lo mismo de la mafia de las grandes cadenas privadas), ha reportado que hace un año la CIA debatió entre matar o secuestrar a Julian Assange.

La conveniente, cobarde y recurrente justificación de que estos ataques se tratan de actos de “defensa propia” es una broma de muy mal gusto. No existe ningún acto de defensa propia cuando un país está ocupando otro país y bombardeando inocentes que luego son etiquetados como “efectos colaterales”.

Está de más decir que ninguna investigación culminará nunca con una condena efectiva a los responsables de semejantes atrocidades que nunca conmueve a las almas religiosas. Si así ocurriese, sólo sería cuestión de esperar un perdón presidencial, como cada mes de noviembre, para Acción de Gracias, el presidente estadounidense perdona a un pavo blanco, justo en medio de una masacre de millones de pavos negros.

Nadie sabe y seguramente nadie sabrá nunca los nombres de los responsables de esta masacre. Lo que sí sabemos es que en unos años volverán a su país y lucirán orgullosas medallas en el pecho que sólo ellos saben qué significa. Sabemos, también, que al verlas muchos patriotas les agradecerán “por luchar por nuestra libertad” y les darán las gracias “por su sacrificio protegiendo este país”. Muchos de estos agradecidos patriotas son los mismos que flamean la bandera de la Confederación en sus 4×4, el único grupo que estuvo a punto de destruir la existencia de este país en el siglo XIX para mantener “la sagrada institución de la esclavitud”. 

Tradición que nunca murió. Sólo cambió de forma.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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