Entrevista a Noham Chomsky
CJP: Es posible que Israel sea el único país del mundo en que Biden es menos popular que Trump y no hay manera de olvidar las numerosas ocasiones en que ha sido humillado por el ex primer ministro israelí Bibi Netanyahu. ¿Hay algo que Biden espere lograr con su visita a Israel que no sea reafirmar el apoyo estadunidense y profundizar el papel de la alianza de las dos naciones en la región?
NCh: Como en el caso de Khashoggi, el manejo del caso de Abu Akleh fue bastante desaseado. No sólo el asesinato. No es buena idea, frente a las cámaras de televisión, permitir que el ejército israelí ataque una procesión funeral e incluso a los sepultureros, obligándolos casi a dejar caer el féretro. La audacia del asalto es reveladora ilustración del deslizamiento israelí hacia la derecha y su confianza en que el jefe aceptará prácticamente todo. La confianza no es del todo errada, en particular después de los cuatro años de generosos regalos y patadas en la cara de los palestinos del gobierno de Trump.
No he visto encuestas, pero no sería gran sorpresa encontrar que Trump también es popular en la ‘democracia iliberal’ de Hungría, elogiada por Trump y virtualmente venerada por el astro mediático Tucker Carlson, de la extrema derecha. La Hungría de Viktor Orbán se convierte ahora en aliada cercana de Israel, sobre la base de actitudes y prácticas racistas compartidas, al igual que su molestia por no ser apreciados por los liberales de corazón blando en Occidente.
Una pregunta abierta es cuánto capital doméstico ganará Biden con sus esperadas expresiones de amor eterno hacia Israel. Esa postura se ha vuelto menos popular de lo que era entre su base liberal, a medida que la conducta criminal de Israel se vuelve más difícil de tragar.
Al igual que Gran Bretaña anteriormente, Estados Unidos tendía a apoyar al islam radical, al que veía menos como una amenaza al dominio imperial. Israel resolvió el asunto en ese tiempo al entregar la victoria a Arabia Saudita. Fue en ese punto cuando el apoyo estadunidense a Israel adoptó la forma extrema que ha prevalecido desde entonces, como parte de una estrategia hacia Medio Oriente, basada en tres pilares: Israel, Arabia Saudita e Irán (en ese tiempo gobernado por el sha). Técnicamente, los tres estaban en guerra. En realidad, eran aliados tácitos, muy cercanos en el caso de Israel e Irán.
Los Acuerdos de Abraham elevan la alianza a un nivel formal, ahora con un elenco ligeramente distinto.
CJP: ¿Ve alguna razón por la cual los líderes palestinos deban reunirse con Biden? ¿Pueden lograr algo más que tomarse la foto con el presidente de Estados Unidos?
NCh: No hacerlo suscitaría una ola de propaganda hostil, que es lo que menos necesitan ahora los acosados palestinos. Hacerlo logrará poco o nada, pero al parecer es la opción menos mala.
Eso en cuanto a esa pregunta en sí. Las esperanzas palestinas radican en otra parte.
Parece extraño decir esto ahora, a la luz del colosal apoyo estadunidense a Israel después de su demostración de fuerza militar en 1967, pero las esperanzas palestinas podrían estar en Estados Unidos. Existen fisuras en el apoyo, antes sólido, a las acciones israelíes. La opinión liberal ha virado hacia el apoyo a los derechos de los palestinos, incluso entre la comunidad judía, como documentó Norman Finkelstein hace una década. La tortura cada vez más brutal a los 2 millones de habitantes de la prisión a cielo abierto de Gaza ha tenido efectos particularmente dramáticos.
Estos cambios aún no influyen en la política, pero es probable que se vuelvan más pronunciados conforme Israel continúa derivando hacia la derecha y los crímenes casi cotidianos se vuelven cada vez más difíciles de ocultar o explicar. Si los palestinos pueden superar sus fuertes divisiones internas y en Estados Unidos se desarrollan movimientos efectivos de solidaridad, pueden venir los cambios, tanto al nivel de los pueblos como en la política gubernamental.
Ese podría ser un camino hacia el elusivo objetivo de una paz justa en la antigua Palestina e incluso hacia acuerdos regionales que no sólo reflejen los intereses de las estructuras represivas de poder, sino de los pueblos de la región, que en repetidas ocasiones han luchado por un destino mejor.
* Publicado originalmente en Truthout
Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/07/18/chomsky/chomsky-huellas-de-trump-en-la-visita-de-biden-a-medio-oriente/
Traducción: Jorge Anaya