Por: DW
en la salud de la mostaza de azufre, que van desde lesiones en la piel y fallas en las córneas hasta enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer.
Según los informes, más de 80 empresas alemanas suministraron al régimen iraquí equipos para su programa de armas, así como tecnología para producir armas químicas. Cuando terminó la guerra, la asistencia de Alemania había ayudado a que el régimen baasista de Irak se convirtiera en el mayor productor de gases venenosos de la región.
Un informe exhaustivo de 11 000 páginas presentado a la ONU en 2002 reveló cómo las empresas alemanas “animaron activamente” al régimen de Sadam en Irak a desarrollar armas. Citó la ayuda de Alemania a Irak en el desarrollo de gases venenosos que contribuyeron a la masacre de Halabja en 1988.
A pesar de la avalancha de pruebas irrefutables, los alemanes, o para el caso, los estadounidenses, británicos, franceses, italianos y otros, nunca fueron responsables de los inexplicables crímenes contra la humanidad.
Como dijo el mes pasado el profesor Seyed Mohamad Marandi, destacado comentarista político y víctima de la guerra química, en un programa de Press TV, los regímenes occidentales que proporcionaron armas químicas y biológicas a Irak no tienen credibilidad para hablar de derechos humanos en Irán.
“Los mismos países que apoyaron el golpe en Irán en 1953, que apoyaron a Shah cuando disparaba a la gente en las calles con el ejército, las mismas personas que apoyaron a Saddam Hussein durante la guerra y le proporcionaron armas químicas... estos son la gente hablando de derechos humanos”, señaló.
Texto recogido del artículo en inglés por Syed Zafar Mehdi, publicado en Press TV.
Syed Zafar Mehdi es un periodista, comentarista político y autor radicado en Teherán. Ha trabajado durante 12 años como periodista en La India, Afganistán, Pakistán y Asia Occidental para diarios destacados de todo el mundo