Imagen: Candidatos elecciones presidenciales Chile |
Sebastián Sichel, de la alianza oficialista de centroderecha Chile Podemos Más, y Yasna Provoste, de la coalición de centroizquierda Nuevo Pacto Social, no lograron esta vez atraer a un porcentaje significativo de los chilenos. Una señal de que algo está cambiando de este lado de la cordillera.
Y el que se perfilaba como gran sorpresa era el independiente Franco Parisi, que no estuvo en Chile en ningún momento de la campaña: se quedó en Estados Unidos, donde vive desde el año pasado, pues hace pocas semanas dio positivo en un test de covid. Su campaña se hizo por las redes sociales. Y parece haber tenido buenos resultados, ya que con 10% de las mesas escrutadas, tenía un 13% de los votos, muy cerca de Provoste. El oficialista Sichel tenía poco más de 11%.
Los centros de votación abrieron sin dificultades en todo el país a las 8, como estaba previsto, y uno de los primeros en votar fue el presidente Sebastián Piñera, en la exclusiva comuna de Las Condes, donde vive.
El mandatario lanzó un enérgico llamado a votar para “defender la democracia”, en un país donde el voto no es obligatorio. Y justamente, una de las incógnitas era cuántos de los casi 15 millones de chilenos que figuran en el padrón acudirían a las urnas.
“Una vez más tendremos elecciones, limpias, transparentes. Démosle un ejemplo al mundo entero de cómo funciona la democracia en Chile”, arengó el presidente.
Llamados a votar
Todos los candidatos, cada uno a su estilo, hicieron llamados similares.
Kast, un abogado que trata de desmarcarse de la etiqueta de ultraderechista, aunque defendió en varias oportunidades la dictadura militar de Augusto Pinochet, expresó: “Lo principal es que pueda concurrir mucha gente a votar y que cada uno se pueda pronunciar en libertad. Hoy los candidatos tenemos que guardar nuestras opiniones y esperar a que la gente emita su voto”.
El candidato del Partido Republicano, que fue diputado del partido de derecha UDI entre 2002 y 2018, ganó gran impulso en su campaña con un discurso de “orden, paz y seguridad”.
Boric, diputado por el Frente Amplio, por su parte, afirmó que este es “un momento histórico”, ya que “se trata de que la esperanza le gane al miedo. Yo espero que hoy día haya una tremenda participación, que la gente entienda que ellos son los protagonistas de esta historia”.
El candidato de izquierda, que saltó a la política luego de destacarse como líder estudiantil durante las protestas de 2006 y 2011 en reclamo de educación gratuita y de calidad, encarnó en esta campaña las preferencias de la generación que protagonizó la revuelta de 2019.
Ese estallido de furia tras décadas de indignación contenida marcó un quiebre y llevó a un la conformación de una Convención Constituyente, que hoy redacta una nueva Carta Magna para el país con la intención de tenerla lista a mediados de 2022.
Boric, de la alianza Apruebo Dignidad -Frente Amplio y el Partido Comunista- propone transformaciones profundas para terminar con las históricas desigualdades sociales en Chile
Además de presidente -en Chile no existe la figura del vicepresidente, así que no hay fórmulas como en la Argentina- los chilenos eligieron también legisladores.
Los 155 miembros de la Cámara de Diputados y la mitad del Senado se renovarán el 11 de marzo de 2022, cuando asuma el próximo mandatario.
Y cómo quede conformado el Parlamento será también un dato clave. En un país dividido y que en esta campaña mostró una fuerte polarización, el futuro ocupante del Palacio de la Moneda necesitará el apoyo del Legislativo para gobernar.
Calor y alta participación
En Santiago, desde hace días se anunciaba una jornada de sol a pleno y temperaturas máximas de 31 grados. Desde temprano, las autoridades electorales recordaban los protocolos para ir a votar -llevar alcohol en gel, barbijo, un lápiz para marcar la boleta- y llevar además botellas de agua fresca.
En los centros electorales de Santiago -y en todo el país- se veían largas filas. Empleados del Servicio Electoral se acercaban a los votantes para echarles alcohol en aerosol y pedían paciencia a quienes protestaban por largas esperas para poder entrar a votar.
Pese al calor y las filas, decenas de votantes expresaban su voluntad de participar. Este voto puede marcar un nuevo capítulo en la historia de Chile.