A principios de este año, Emmanuel Macron fue reelegido como presidente de Francia tras derrotar a su rival de extrema derecha, Marine Le Pen.
Así se convirtió en el primer político en ganar un segundo mandato desde Jacques Chirac en 2002. Sin embargo, no había rastro alguno de la felicidad que embargó a la gente cuando se alzó con su primera victoria cuatro años antes.
En esta ocasión, los franceses ya no se tomaron en serio sus promesas. Macron, el menor de dos males, está al frente de una nación atrapada en una espiral de declive.