Por: Hindú Andery
El sujeto que llaman Bad Bunny (Benito Ocasio) fue elegido como Mejor Artista del Año en los premios Video Music Awards.
Estos son los galardones musicales más antiguos de la cadena MTV y el pasado Domingo en Nueva Jersey, se lo han entregado al tal Benito.
Le preguntaron a un conocido compositor y músico que pensaba del fenómeno Bad Bunny, Maluma, J. Balvin, etc, y esta fue su opinión, aunque no quiso que dieran su nombre por temor a ser vetado por las disqueras y televisoras por decir algo que si bien es cierto, no se puede decir a través de los medios.
"Que pienso del éxito de individuos como Bad Bunny? Lamentablemente, creo que es exitoso por la incultura de la gente y América Latina es un pueblo en dramática involución cultural que no tiene remedio. Ya lo dijo Octavio Paz en el año 1982 en su libro “Tiempo Nublado”. Es algo premonitorio que un intelectual de ese calibre dijera eso.
Son tramas del lumpen e intereses de las mafias de las disqueras que obedecen a las élites económicas, a las que les conviene que la gente esté mal, se embrutezca y sea cada vez mas ignorante y estúpida, porque incita a las adicciones, el consumo de droga, la promiscuidad sexual con cualquier sexo y la vida irresponsable. Es la promoción de una vida de fantasía totalmente fuera de la realidad en el mensaje de algo que no es música, sino un disfraz latinizado y superficializado de un movimiento social encaminado a promover las peores deformaciones de lo más bajo de la sociedad, aprovechándose de la ingenuidad e ignorancia de gran parte de la juventud.
Es un tema de mafias cupulares.
El lenguaje ha sido destrozado por completo y es uno de los más afectados.
Se ha desfigurado, torcido; ha quedado amorfo en las letras de estos bodrios que usurpan el nombre de la canción y la degeneran y prostituyen.
La gente paga lo que sea porque la realidad es que no van a escuchar música sino que van a recintos en donde se van a quedar afónicos gritando, donde van a ver a un estrafalario del playback lleno de luces y rodeado de bailarines de sexo indefinido haciendo loas de un producto tecnológico ficticio de la mercadotecnia. No es arte, ni es baile, ni es danza, las letras solo son balbuceos incomprensibles, ni es canto, ni es música ni es nada.
Es un espectáculo que la vorágine empuja para que los jóvenes vayan a embrutecerse de forma tumultuaria. Pero están manipulados para que así lo hagan. Ahí es donde les venden drogas, alcohol, prostitución, fármacos, etc, prque el negocio es redondo. Lo que promueven no es un cantante sino una figura, un símbolo de la decadencia, la derrota cultural, la destrucción de los valores y la familia, la desaparición del vínculo intergeneracional. La ruptura entre los padres y sus hijos.
Es el triunfo de la ignominia, la mediocridad y la ignorancia.
Son letras perversas que, si las logras descifrar son balbuceos soeces monótonos embrutecedores y elementales.
Es triste y lamentable que los niños oigan esas expresiones desde la primaria, y por imitación se promueva esa forma tan primitiva y básica de ver la vida; no les dejan escoger, no hay ni siquiera opción a esta basura.
Es un tema de propagación y de contagio. Estos supuestos artistas no cantan, y aunque cantaran de qué sirve si los ponen a cantar esa asquerosidad.
Insisto, el problema de la cultura en Latinoamérica, y no es tanto que no hayan ofertas, es que las buenas ofertas, aquellas de un alto nivel de preparación, académico, sustancioso y nutritivo no encuentran respuesta entre la juventud que se siente muy a gusto en medio de la mediocridad.
Que sí estamos hasta la coronilla de Malumas, Badbunnys y demás payasos televisivos? ¡Pues sí!, pero si fuéramos un público más exigente y más constante en la búsqueda y en la asistencia a los proyectos interesantes, la cultura sería otra.
Pero por otra parte, nada doblegará el esfuerzo individual de gente como nosotros con producciones que hablan de proyectos que buscan hacer de este mundo donde vivimos con mejor gusto y con una perspectiva cultural mejor de la que existe hasta ahora.
También tenemos un problema de desheredar el extravío cultural.
El problema no lo tienen estos ignorantes disfrazados de artistas de cuestionable talento, si no del sistema que promociona el culto a la estupidez y la mediocridad para poder manipular a la juventud. A ellos solo les preocupa ganar dinero y tener hipnotizada a la juventud y que se mantengan en la ignorancia y la pasividad. Es muy triste constatar que estamos involucionando y la música está viviendo en estos momentos en la Edad de Piedra".
Mas claro no canta un gallo!!!
No me queda más remedio que decir que los padres en medio de esta vorágine prefieren no decirle nada a sus hij@ por qué "ay no ! No quiero discutir con mis hijos Que hagan escucheny bailen lo que les de la gana "
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