16 octubre 2022

Anacaona, la cacica aborigen que desafió a Cristóbal Colón y fue condenada a una trágica muerte

Por: BBC


Haciéndole honor a su nombre, que significa "flor de oro", Anacaona fue una princesa taína bella y poderosa.

Pero, también, fue una mujer culta y talentosa que creyó en la paz y la convivencia, y pagó por ello con su vida.

Quizás por eso es una de las pocas indígenas mencionadas por su nombre en los escritos de los primeros años de la conquista de América (siglo XV).

En su "Historia de Indias" (1527-1547), fray Bartolomé de las Casas la describió como "una muy notable mujer, muy prudente, muy graciosa y palaciana en sus hablas y artes y meneos y amicísima de los cristianos".

Y, según el jesuita francés Pierre François Xavier de Charlevoix, era una mujer "con mucho genio superior a su sexo y a su nación", como escribió en Histoire de l'Isle espagnole ou de S. Domingue, de 1730.

A pesar de que pocos cronistas la conocieron o fueron testigos de los hechos, escritos como estos han permitido esbozar la historia de una mujer que se convirtió en leyenda y, más de 500 años después de su muerte, sigue viva.

Familia poderosa

El 5 diciembre de 1492, cuando Cristóbal Colón y su tripulación arribaron a la isla que los nativos llamaban Quisqueya ("madre de todas las tierras"), Bohio ("casa para los taínos"), Babeque ("tierras con oro") y Ayti, y que los españoles bautizaron La Española, se piensa que Anacaona tenía 18 años.

En ese momento, la isla era dominio mayoritario de los taínos, y, según De las Casas, había cinco cacicazgos.

Cinco cacicazgos de la isla a la llegada de Colón.
Pie de foto,

Los cinco cacicazgos de la isla a la llegada de Colón registrados por Bartolomé de las Casas.

El más extenso y populoso, Jaragua, estaba bajo el mando del hermano de Anacaona, Bohechío.

Ella vivía en Maguana pues se había casado con su cacique, Caonabo.

Era respetada y querida no sólo por su estatus, sino también por componer poesías y canciones, con las que se destacaba en los areítos, una manifestación cultural y religiosa de los taínos que celebraba con canto, recitación de mitos y baile, eventos importantes como la visita de un cacique o el éxito de la cosecha.

Aunque la historia de Anacaona está imbuida de leyenda, se dice que su actitud ante la llegada de los españoles fue inicialmente positiva e incluso tras repetidas amarguras, consciente de la fortaleza de los conquistadores, nunca dejó de abogar por la paz y la convivencia.

Abusos y destrucción

En diciembre de 1492, Cristóbal Colón ordenó la construcción del Fuerte Navidad con los restos de la embarcación Santa María, en la costa norte de La Española.

Ilustración de la construcción del Fuerte Navidad. "Vida y viajes de Cristóbal Colón", Gaspar y Roig, 1851.

Dejó a 39 hombres al cuidado de esa primera construcción española en la isla.

Antes de partir, les advirtió que no abusaran de las aborígenes, pero no le obedecieron.

A su regreso, en 1493, encontró el fuerte destruido.

A todos los hombres que había dejado, según el primer cronista oficial de las Indias Gonzalo Fernández de Oviedo, los habían matado "los indios, no pudiendo sufrir sus excesos porque les tomaban las mujeres e usaban dellas a su voluntad, e les hacían otras fuerzas y enojos, como gentes sin caudillo e desordenada".

Caonabo fue culpado y algunos informes dicen que fue Anacaona quien, al enterarse de los maltratos de los españoles a las indígenas, lo convenció de atacarlos.

No obstante, hay quienes cuestionan esa versión de los hechos, entre ellos Luisa Navarro, exdirectora de la escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.


Ilustración de "Vida y viajes de Cristóbal Colón" de Washington Irving.

Haciéndole honor a su nombre, que significa "flor de oro", Anacaona fue una princesa taína bella y poderosa.

Pero, también, fue una mujer culta y talentosa que creyó en la paz y la convivencia, y pagó por ello con su vida.

Quizás por eso es una de las pocas indígenas mencionadas por su nombre en los escritos de los primeros años de la conquista de América (siglo XV).

En su "Historia de Indias" (1527-1547), fray Bartolomé de las Casas la describió como "una muy notable mujer, muy prudente, muy graciosa y palaciana en sus hablas y artes y meneos y amicísima de los cristianos".

Y, según el jesuita francés Pierre François Xavier de Charlevoix, era una mujer "con mucho genio superior a su sexo y a su nación", como escribió en Histoire de l'Isle espagnole ou de S. Domingue, de 1730.

A pesar de que pocos cronistas la conocieron o fueron testigos de los hechos, escritos como estos han permitido esbozar la historia de una mujer que se convirtió en leyenda y, más de 500 años después de su muerte, sigue viva.

Familia poderosa

El 5 diciembre de 1492, cuando Cristóbal Colón y su tripulación arribaron a la isla que los nativos llamaban Quisqueya ("madre de todas las tierras"), Bohio ("casa para los taínos"), Babeque ("tierras con oro") y Ayti, y que los españoles bautizaron La Española, se piensa que Anacaona tenía 18 años.

En ese momento, la isla era dominio mayoritario de los taínos, y, según De las Casas, había cinco cacicazgos.

Cinco cacicazgos de la isla a la llegada de Colón.
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Los cinco cacicazgos de la isla a la llegada de Colón registrados por Bartolomé de las Casas.

El más extenso y populoso, Jaragua, estaba bajo el mando del hermano de Anacaona, Bohechío.

Ella vivía en Maguana pues se había casado con su cacique, Caonabo.

Era respetada y querida no sólo por su estatus, sino también por componer poesías y canciones, con las que se destacaba en los areítos, una manifestación cultural y religiosa de los taínos que celebraba con canto, recitación de mitos y baile, eventos importantes como la visita de un cacique o el éxito de la cosecha.

Aunque la historia de Anacaona está imbuida de leyenda, se dice que su actitud ante la llegada de los españoles fue inicialmente positiva e incluso tras repetidas amarguras, consciente de la fortaleza de los conquistadores, nunca dejó de abogar por la paz y la convivencia.

Abusos y destrucción

En diciembre de 1492, Cristóbal Colón ordenó la construcción del Fuerte Navidad con los restos de la embarcación Santa María, en la costa norte de La Española.

Ilustración de la construcción del Fuerte Navidad. "Vida y viajes de Cristóbal Colón", Gaspar y Roig, 1851.
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Ilustración de la construcción del Fuerte Navidad. "Vida y viajes de Cristóbal Colón", Gaspar y Roig, 1851.

Dejó a 39 hombres al cuidado de esa primera construcción española en la isla.

Antes de partir, les advirtió que no abusaran de las aborígenes, pero no le obedecieron.

A su regreso, en 1493, encontró el fuerte destruido.

A todos los hombres que había dejado, según el primer cronista oficial de las Indias Gonzalo Fernández de Oviedo, los habían matado "los indios, no pudiendo sufrir sus excesos porque les tomaban las mujeres e usaban dellas a su voluntad, e les hacían otras fuerzas y enojos, como gentes sin caudillo e desordenada".

Caonabo fue culpado y algunos informes dicen que fue Anacaona quien, al enterarse de los maltratos de los españoles a las indígenas, lo convenció de atacarlos.

No obstante, hay quienes cuestionan esa versión de los hechos, entre ellos Luisa Navarro, exdirectora de la escuela de Historia y Antropología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Ilustración de "Vida y viajes de Cristóbal Colón" de Washington Irving.

Conversando con BBC Mundo, la historiadora resaltó que, sin medios de transporte adecuados, le era casi imposible ir a Fuerte Navidad.

"Para llegar desde donde estaba hasta el fuerte había que subir por la cordillera Septentrional y bajar del otro lado para llegar a la zona costera del valle del Atlántico"... algo que le habría tomado al menos 63 horas a pie.

"¿Cómo hizo Anacaona ese viaje para saber qué estaba pasando y volver a decírselo a Caonabo?", se preguntó Navarro.

Otros historiadores han sospechado que Caonabo fue inculpado por razones políticas y que los cargos por los que el navegante español Alonso de Ojedase lo detuvo dos años después eran falsos.

Hasta la forma de apresarlo fue engañosa.

Monumento a Cristóbal Colón con la cacica Anacaona al pie del pedestal. Parque Colón, Ciudad Colonial Santo Domingo

FUENTE DE LA IMAGEN,MARIO ROBERTO DURÁN ORTIZ

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Monumento a Cristóbal Colón con la cacica Anacaona al pie del pedestal. Parque Colón, Santo Domingo.

Navarro contó que, antes de la detención, Ojeda le propuso un pacto al cacique: le ofreció un regalo y cuando él estiró las manos para aceptarlo le pusieron las esposas.

"Caonabo murió cargado de cadenas y grillos (grilletes)", según De las Casas, cuando una tormenta hundió la embarcación que lo llevaba a España, en 1496.

Encuentro con Bartolomé Colón

La reina viuda de Maguana se fue a vivir con su hermano Bohechío en la vecina Jaragua, donde era "acatada y temida" como el cacique, según Gonzalo Fernández de Oviedo.

Y cuando, poco después, el hermano menor de Cristóbal Colón, Bartolomé, llegó al cacicazgo, a pesar del deterioro de la relación con los conquistadores, Anacaona persuadió a Bochechío a reconocer la soberanía de los Reyes Católicos y comprometerse a pagar un tributo que el adelantado había impuesto ya en otras regiones de la isla.

Anacaona

FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

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A Anacaona le llamaban la atención los barcos españoles.

La visita de Bartolomé Colón, según los cronistas, fue un evento alegre, en el que fue agasajado con fiestas y tantos regalos que tuvo que fletar una carabela para poder transportarlos.

Él, a su vez, invitó a Anacaona y Bohechío a su barco y, cuando descargaron la artillería en su honor, el ruido los turbó tanto "que de espanto casi se echaron al agua; pero viendo a don Bartolomé reirse, se sosegaron", cuenta el cronista Antonio de Herrera y Tordesillas.

Añade que, después del incidente, "miraban la popa, y proa alrededor: entraron en la carabela, bajaron abajo, estaban atónitos", y según De las Casas, el recorrido por la carabela "dejó alegres al rey e a la reina y a todos los señores y gentes suyas muy contentos".

Es uno de los pocos hechos que se conocen de la vida de Anacaona, y de los más felices, que son aún más escasos.

Anacaona, cacica de Jaragua y de Maguana

En 1502, Anacaona, cacica de Maguana, perdió a su hermano. En reconocimiento a su valor e ingenio fue nombrada cacica de la "médula" de toda la isla: Jaragua.

Para entonces, La Española estaba desbarajustada. Había habido una rebelión de españoles frustrados y un levantamiento de varios caciques indígenas que luchaban contra los invasores.

El nuevo gobernador de las Indias, el comendador de Lares frey Nicolás de Ovando, se propuso pacificar la isla, y el lejano cacicazgo de Jaragua estaba en su mira, no sólo porque era donde se habían refugiado los españoles sublevados, sino porque le habían llegado rumores de que Anacaona y otros caciques estaban conspirando en contra de la Corona.

Pero su idea de "pacificación" era muy distinta a la de la cacica.

Retrato de Nicolás de Ovando.
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Retrato de Nicolás de Ovando.

Mientras que Anacaona, a pesar del desprecio y los continuos abusos de los españoles contra los indígenas, estaba convencida que sólo una paz firme podía salvar a su pueblo, la paz a la que Ovando aspiraba no implicaba acuerdos ni salvaciones.

El gobernador organizó a sus tropas y partió rumbo a Jaragua, mientras que Anacaona organizaba un gran recibimiento y lo esperaba.

La trampa

Era un domingo de julio de 1503, cuando Anacaona recibió a Ovando en la plaza de Jaragua con gran fiesta de baile y canto, como era su costumbre.

El gobernador había venido con 70 hombres a caballo y 200 peones.

Al jolgorio acudieron también decenas de caciques súbditos de Anacaona, quien fue de las últimas en llegar a la plaza, estaba junto a su hija y otras mujeres líderes.

"Hizo un areíto ante Ovando…; e andaban en la danza más de 300 doncellas, todas criadas suyas, mujeres por casar...", cuenta Fernández de Oviedo.

La masacre de la reina Anacaona y sus súbditos. Grabado de "Brevísima relación de la destrucción de las Indias", Bartolomé de las Casas.
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La masacre de la reina Anacaona y sus súbditos. Grabado de "Brevísima relación de la destrucción de las Indias", Bartolomé de las Casas.

Tras varias demostraciones de celebración taínas, los agasajados invitaron a los indígenas a reunirse en un bohío pues querían corresponder a los honores ofreciéndoles un espectáculo propio.

Desarmados y entusiasmados, los caciques y acompañantes se congregaron en la casa de madera y paja y mientras presenciaban un torneo, Ovando dio una señal preestablecida y sus hombres los apresaron, amarraron y quemaron vivos.

Otros atacaron a los indígenas que estaban afuera. De las Casas escribe que los españoles les cortaron las piernas a los niños mientras corrían, y que incluso cuando algún español intentaba salvar a un niño subiéndolo a su caballo, otro venía y "atravesaba al niño con un lanza".

Condenada a la horca

Durante varios meses después de la masacre, Nicolás de Ovando continuó una encarnizada campaña de persecución contra los indígenas, hasta que quedaron tan pocos que casi los exterminó en la isla, según Samuel M. Wilson en su libro Hispaniola. Caribbean Chiefdoms in the Age of Columbus.

Sus sangrientas campañas y una serie de epidemias redujeron la población de La Española de las que se estima eran 500.000 personas a la llegada de Colón a 60.000 nativos en un censo de 1507, según datos del "Manual de Historia Dominicana" de Moya Pons.

Ilustración de "Vida y Viajes de Cristobal Colón" de Irving Washington.
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Ilustración de "Vida y Viajes de Cristobal Colón" de Irving Washington.

Anacaona y su hija sobrevivieron lo que pasó a la historia como la Masacre de Jaragua. También se salvó Guarocuya o Enriquillo, sobrino de la cacica, quien 15 años después se rebelaría contra los españoles.

Sin embargo, la "suerte" de la cacica sería efímera.

Fue apresada, llevada a Santo Domingo y condenada a la horca por conspiración.

El director del Museo de Anacaona dice que "fue la reina taína más amada de todo el pueblo. Hasta su último día de vida no bajó la cabeza y donó su vida por ellos".

Por su parte, Navarro simplemente la describe como "la máxima líder de toda la población, no solamente en esta isla (Española), sino que abarcaba Puerto Rico, Cuba y parte de Jamaica".

Su historia es recordada en canciones como "Anacaona", del cantante puertorriqueño Cheo Feliciano. Y en los poemas del mismo nombre escritos por la poetisa dominicana Salomé Ureña.

* Con la edición de Dalia Ventura y Leire Ventas.







Filosofía: El pueblo en estado de rebelion

 Por: Enrique Dussel

Reflexiones de un educador

Por: Análisis Crítico

Soy un viejo profesor de matemáticas de educación básica, de nivel secundaria. Ingresé al servicio educativo en el año de 1979, bajo el amparo de los planes educativos emanados de los acuerdos de Chetumal, una época en que la educación media básica (secundaria) se concebía como dirigida a formar integralmente a los estudiantes y prepararlos para su participación positiva en la transformación de la sociedad, desenvolviendo su actividad crítica y creadora. Era un tiempo en que se ofrecía una formación humanística y científica, así como artística; objetivos que eran realmente motivadores en mi persona y me obligaban a tener un mayor compromiso educativo, buscando desarrollar la actitud científica y critica en mis alumnos con el fin de alcanzar la transformación de la sociedad que ellos pedían.

La matemática se prestaba genialmente a estos propósitos. En primer grado la primera unidad tenía por nombre «Lógica y conjuntos», y entre otras cosas los alumnos debían aprender a identificar la verdad o falsedad de algunas proposiciones. En el ámbito de la lógica formal, yo involucraba proposiciones matemáticas y al mismo tiempo proposiciones del ámbito social, con las cuales los alumnos entraban en debate acerca de su realidad. Todo el desarrollo de las operaciones matemáticas estaba en función de las definiciones de conjuntos y la lógica. El pensamiento analítico fluía.

En segundo año nos dedicábamos a la enseñanza del álgebra. Aquí no se trataba simplemente de desarrollar los artificios matemáticos, sino de lograr que los alumnos aplicaran la deducción en la solución de una ecuación, al mismo tiempo que desarrollaban la inducción y la abstracción con el fin de enfrentarse a los problemas de la vida diaria.

El tercer grado era lo máximo, pues la enseñanza de la geometría euclidiana enseñaba a los alumnos el proceso de razonamiento (deducción lógica), para así lograr la demostración de teoremas geométricos. En tercer grado también se enseñaba lógica matemática y teoría de conjuntos. Con los tintes básicos del álgebra booleana determinábamos los valores de verdad, incluyendo las cinco proposiciones básicas: negación, disyunción, conjunción, condicional y bicondicional. En algún momento me enteré de que este tipo de enseñanza matemática había sido prohibida en algunos países del cono sur de América, la razón: eran subversivas. En mi consciencia y mi memoria, ésta fue la primera agresión del neoliberalismo a la enseñanza.

Pero para la década de los 90 este panorama cambiaría drásticamente también en México, gracias a la modificación completa de los propósitos de la educación secundaria, mismos que pretendían girar ahora en torno al «fomento de las habilidades y competencias para la productividad y la competitividad», todo ello en pleno auge de la economía neoliberal en México. ¡Vaya fiasco! Ante esta nueva situación la frustración de muchos docentes se dejó sentir a través de asambleas y foros, llenos de muestras de rechazo a los nuevos conceptos. ¿Dónde había quedado aquel perfil de un alumno crítico, humanista y científico? Había desaparecido, dando paso ahora a la consigna que era, y sigue siendo, introducir al alumno al ambiente productivo; y sin embargo, la cereza en el pastel de este nuevo panorama, el culmen de este proceso desintegrador aún estaba por venir bajo la forma de los repetidos ataques al magisterio y la búsqueda por remplazar a los maestros, lo cual constituyó una auténtica y despiada agresión hacia nosotros basada en la promoción de un rechazo social fundado en el vituperio y en la calumnia.

Como parte de este proceso, en el 2008 se estableció la Alianza por la Calidad Educativa y con ella la evaluación universal de maestros y maestras, en complicidad con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Más adelante, en 2013, se iniciaron los exámenes de selección y promoción de maestras y maestros. Fue en este periodo que se dio a conocer una película financiada por la iniciativa privada y el periodista Carlos Loret de Mola: «De panzazo», en la cual se buscaba exhibir las carencias de las escuelas y la docencia en México, pero que sobre todo pretendía aumentar el desprestigio magisterial al insinuar que la culpa del fracaso de la educación en México era exclusivamente de sus docentes. Se trataba del recrudecimiento del clima de desprestigio hacia los maestros, mismo que ocultaba el deseo del neoliberalismo salvaje de privatizar la educación en nuestro país.

En este contexto, docentes de todos los estados de la Republica fuimos obligados a realizar un examen de permanencia en el servicio con el cual fuimos severamente calificados y juzgados por la Alianza por la Calidad Educativa, por la televisión, la radio y en último término, por la sociedad. Fue así, de esta manera, que se promovió la reforma al artículo tercero constitucional, gracias a la cual quedaba permitida la aplicación de exámenes estandarizados, es decir, la aplicación de un mismo examen en toda la república mexicana, sin importar que las condiciones geográficas y económicas del país fueran obviamente distintas. Ya iniciado esto, fue con la reforma educativa del gobierno de Peña Nieto que se cerró el círculo, pues dicha reforma de educativa realmente tuvo nada, sino que consistió realmente en la amenaza casi explícita de salir del servicio educativo si se reprobaba un examen que no contemplaba las necesidades sociales y educativas específicas, mucho menos la situación y el origen de los docentes.

Hay infinidad de testimonios de docentes que entraron en depresión y angustia por temor a perder el empleo. No tuvimos tregua. Muchos salieron despedidos y otros fueron obligados a aceptar su jubilación. Así de miserable es la política del neoliberalismo.


Un desclasado venezolano en Nueva York

 Por: Análisis Crítico

Indignación: El preambulo de una nueva ocupción de Haiti

 Por: Análisis Crítico






Golpe mortal al tren de Aragua

 Por: Análisis Crítico


Testimonio contra Uribe por «falsos positivos»: Habla coronel exiliado

Por: RT


Los falsos positivos como los denominaba Álvaro Uribe Vélez, están pesando sobre la clase política de los últimos cien años en Colombia.

Por supuesto que la élite social de Colombia tomará distancia para no salpicarse de las denuncias sobre los falsos  positivos.




¿Vía institucional o senda insurreccional? La encrucijada a la que se enfrenta la oposición venezolana

Por: Ociel Alí López

Cuando aún faltan al menos dos años para las elecciones presidenciales en Venezuela –que según mandato constitucional deben realizarse en 2024, habitualmente en diciembre–, las aguas electorales lucen muy agitadas para la larga espera.


Al menos es lo que ha venido ocurriendo los últimos días, tanto en el espectro opositor como en las filas del gobierno. 

La opositora Plataforma Unitaria ha realizado un conjunto de pasos para ir configurando lo que será su objetivo principal de los próximos meses: organizar unas primarias para escoger un candidato unitario. 

El domingo pasado dio a conocer un documento que fungirá como reglamento para la organización de las elecciones internas.

"La Plataforma Unitaria Democrática se dirige al país para informar que, luego de una amplia consulta con sectores políticos y de la sociedad civil, ha culminado con éxito la etapa de la aprobación del reglamento marco para la primaria presidencial", reza el texto. 

La posibilidad de un adelanto electoral es un dolor de cabeza para la oposición, ya que todavía no logra consenso sobre temas clave, que pueden resumirse en si aceptan entrar de manera definitiva en el marco institucional o vuelven al terreno insurreccional y abstencionista.

Con esta acción avanzan hacia su objetivo, pero aún quedan muchas disputas internas por resolver y que pueden impulsar la división tajante. Algunos de estos puntos de abierto desencuentro son el probable apoyo técnico y organizativo del Consejo Nacional Electoral (CNE) para la realización de las primarias, la aceptación o no en la contienda de los líderes inhabilitados, el voto de los migrantes en el exterior y el reconocimiento público y fáctico del poder legal vigente. Nada de eso queda resulto en el reglamento publicado.

Horas antes, en un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el presidente Nicolás Maduro batió los tambores de disputa electoral: "Elecciones en el 2024 o antes (…) Lo cierto es que nosotros estamos preparados para que cuando haya elecciones salir a una gran victoria popular", afirmó. 

Con esta declaración abrió la posibilidad de un adelanto electoral, lo que paradójicamente es un dolor de cabeza para la oposición, que todavía no logra consenso sobre los temas clave arriba mencionados y que pueden resumirse en si aceptan entrar de manera definitiva en el marco institucional existente o vuelven al terreno insurreccional y, por ende, abstencionista.

La oposición ante una encrucijada

El documento de la oposición pone fecha del 15 de octubre cuando termine el lapso para las postulaciones de miembros que quieran ser parte de la denominada 'Comisión Nacional de la Primaria', encargada de organizar los comicios.  

La configuración de dicha comisión será clave para develar la real correlación de fuerzas entre el sector rupturista, que aún desconoce discursivamente a la institucionalidad, y otros sectores más moderados y pragmáticos que se están ateniendo a las condiciones realmente existentes.

Una división en la oposición puede entorpecer su participación debido al poder mediático y financiero del 'ala dura', que podría vetar el proceso y volver a las aguas abstencionistas, esperando quizá la vuelta de Trump, que siempre aviva los vientos intervencionistas. 

Es decir, maximalistas, rupturistas y prointervencionistas contra moderados, pragmáticos y socialdemócratas. Son las dos grandes corrientes que se abren a lo interno de la oposición y cuya división puede entorpecer su participación debido al poder mediático y financiero del 'ala dura', que podría vetar el proceso y volver a las aguas abstencionistas, esperando quizá la vuelta del ahora expresidente de EE.UU,  Donald Trump, que siempre aviva los vientos intervencionistas. 

Maduro y el adelanto de elecciones

El chavismo, por su parte, se nota cada vez más unificado en torno a la figura de Nicolás Maduro, quien parece ser el único contendiente con aspiraciones de la tolda, en su caso por un tercer mandato. La maquinaria electoral de su partido ha demostrado tener un piso sólido y salir airosa ante cada evento. Pero la división opositora sigue siendo su principal aliado y, por ello, la sola mención de la anticipación de las presidenciales agita las mareas entre los bandos en la pugna interna opositora.

Ya en las presidenciales de 2018, el anuncio de su realización antes de lo previsto tomó por sorpresa a la oposición, a la que no le quedaba mucho tiempo para resolver los problemas internos complejos y lograr una unidad de criterios. En aquella ocasión, casi en pleno, los actores opositores decidieron llamar al abstencionismo y a la deslegitimación del evento electoral. Una de las justificaciones para ello fue el 'adelanto electoral' que había llevado a cabo el CNE. Decimos que dicho reclamo es, cuando menos, paradójico porque se sobreentiende que la oposición estaría esperando un desenlace electoral. Sin embargo, ha sido muy esquiva para emprenderlo, y todavía sus fuerzas no están del todo alineadas para ello.

La intención del presidente es exasperar a la oposición y tensionar sus conflictos internos con el fin de obligarla a tomar decisiones de manera acelerada y que la presión impida la escogencia de un candidato único, especialmente cuando ya hay una evidente ruptura pública sobre los medios y las formas políticas a utilizar.

Pero, además, la mención de realizar el evento antes de lo establecido abre el escenario electoral como espacio privilegiado para lograr un marco de normalización en el país, aceptado por todos los bandos que participen, y superar así el episodio de la mesa de negociaciones que se estuvo realizando en México.

El giro opositor: cambiar la estrategia después de la derrota

A diferencia de aquel 2018, hoy todas las facciones, incluyendo las más radicales, ya tienen un precandidato y han demostrado su intención de asistir al evento electoral.

La conformación de la 'Comisión Nacional de la Primaria' permitirá develar la real correlación de fuerzas internas y si se van a decantar por pasar la página del rupturismo crónico. Una verdadera encrucijada que deberán sortear las próximas semanas.

Sin embargo, el problema interno es más complejo. Buena cantidad de los líderes que participarían en la contienda interna están inhabilitados por la Contraloría General de la República. Así mismo, varios partidos están intervenidos por el Tribunal Supremo de Justicia, por lo cual hay una multiplicación de fracciones a las que le costará mucho más ponerse de acuerdo.

Por ello, la 'Comisión Nacional de la Primaria' tendrá que terminar de ajustar a las oposiciones bajo un orden jurídico que termine reconociendo y decidir qué hace con la pesada carga del interinato.

Su conformación permitirá develar la real correlación de fuerzas internas y si se van a decantar por pasar la página del rupturismo crónico que les mantuvo alejados de las lides electorales. Una verdadera encrucijada que deberán sortear las próximas semanas.


Puedes ser de la tercera edad pero el Swing nunca te abandona

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