27 noviembre 2022

El pensamiento de Carlos Marx

Por: Análisis Crítico

El materialismo histórico (llamado por Marx «método dialéctico») quiere ser una teoría científica sobre la formación y desarrollo de la sociedad. Mediante una teoría económica, histórica y filosófica intenta descubrir las leyes que rigen el cambio social y presenta un método para la interpretación de los conflictos sociales y, en esa medida, para cambiar la sociedad. 


Su tesis principal consiste en afirmar que son las bases económicas y los modos de posesión de los bienes materiales el fundamento de toda estructura y transformación social. 


El motor del cambio y la base de toda estructura social no son las voluntades individuales de las personas, ni las ideas, ni la voluntad divina, sino lo material, las necesidades económicas y los intereses económicos de los distintos grupos sociales. Con esta forma de materialismo, Marx se enfrentó al «materialismo teórico» de Feuerbach y al idealismo de Hegel, destacando en ambos casos que para entender al hombre y su historia, es imprescindible el estudio de las condiciones económicas y sociales en las que vive.

1. La alienación económica

Para comprender la situación de los oprimidos en toda sociedad de explotación (esclavista, feudal, capitalista) emplea Marx el concepto de alienación (enajenación, extrañamiento). 


Toma esta noción de Hegel, que la había utilizado para explicar el proceso por el cual la Idea pone la Naturaleza, es decir se pone a sí misma como lo absolutamente otro, se enajena. Marx hace una interpretación materialista de dicha noción puesto que, para él, el sujeto de la alienación no es el Espíritu o Dios sino el hombre, y la causa de la misma no es teológica sino económica y política: la alienación es la condición histórica en la que se encuentra el hombre consecuencia de la propiedad privada de los medios de producción. 



La propiedad privada aliena al hombre porque lo transforma de fin en medio, de persona en simple instrumento para la producción, ignorando sus necesidades, exigencias y dignidad. En el sistema de producción capitalista el hombre se hace cosa, mercancía, usada por el propietario de los medios de producción como un simple instrumento más en la cadena de producción de bienes. 


En el trabajo, el hombre se enajena, no es dueño, de sus propias facultades creadoras ni de los objetos de su trabajo, que se convierten en seres ajenos y llegan a dominarlo.

Les dejo este video que permite la comprensión holistica del pensamiento del gran filósofo alemán.



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