Las compañías estadounidenses especializadas en una nueva generación de pequeñas centrales nucleares destinadas a mejorar la seguridad energética del país se enfrentan a un grave problema: ¿dónde conseguir el combustible para su funcionamiento? Solo hay una empresa que lo vende, y por desgracia para ellas es de Rusia, cuando las relaciones entre Moscú y Occidente siguen deteriorándose, informa Reuters.
La crisis energética, causada por las sanciones occidentales contra Rusia por su operación militar en Ucrania, ha hecho que Washington quiera desarrollar más rápidamente la industria nuclear. El país ya tiene proyectos de nuevos reactores avanzados, los llamados 'pequeños reactores modulares' (SMR, por sus siglas en inglés), que son más eficientes, así como más rápidos y baratos de construir. Sin embargo, requieren uranio de bajo enriquecimiento y alto ensayo (HALEU) enriquecido hasta el 20%, en lugar del 5% del uranio que alimenta la mayoría de las grandes centrales nucleares.
Mientras tanto, hasta el momento solo TENEX (Techsnabexport), empresa que forma parte de la corporación estatal rusa de energía atómica Rosatom, realiza las ventas comerciales de HALEU. Aunque ningún país occidental ha impuesto sanciones a Rosatom, ni el Gobierno de EE.UU. ni las empresas que desarrollan los SMR, como X-energy y TerraPower, quieren depender de los suministros rusos.
Si no hay uranio, no hay reactores
Al mismo tiempo, sin una fuente fiable del combustible que necesitan los reactores, las empresas especializadas en los SMR temen no recibir pedidos para sus centrales. Sin embargo, debido a esta situación es poco probable que los posibles productores de HALEU pongan en marcha cadenas de suministro comerciales para sustituir el uranio ruso.
"Entendemos la necesidad de una acción urgente para impulsar el establecimiento de suministros sostenibles de HALEU", dijo a Reuters un portavoz del Departamento de Energía (DOE) de EE.UU., añadiendo que la producción de este tipo de combustible "es una misión crítica y se están evaluando todos los esfuerzos para aumentar su producción".
Las empresas estadounidenses y europeas ya tienen planes para producir HALEU a escala comercial, pero ya se sabe que pasarán años antes de que alcancen este objetivo.
"Nadie quiere pedir 10 reactores sin una fuente de combustible, y nadie quiere invertir en una fuente de combustible sin 10 pedidos de reactores", dijo Daniel Poneman, director ejecutivo del proveedor de combustible nuclear estadounidense Centrus Energy.
Lo único que queda es "degradar" el uranio de uso militar
A pesar de que el nivel de enriquecimiento de HALEU está muy por debajo del nivel del 90% necesario para la creación de armas nucleares, se necesitan licencias especiales para producirlo, y se requieren requisitos adicionales de seguridad y certificación para los centros de producción y el transporte del combustible, entre otros.
En este sentido, el Gobierno estadounidense pretende utilizar parte de sus reservas de uranio altamente enriquecido para uso militar con el fin de alimentar los nuevos reactores. De acuerdo con el portavoz del DOE, las autoridades ya están en la fase final de la evaluación de cuánto de sus reservas de 585,6 toneladas de uranio altamente enriquecido se debe destinar a este fin.
Así, Washington está intentando "degradar" el uranio, pero esto también tardará mucho tiempo, ya que, por ejemplo, según los datos de la Casa Blanca, entre 2013 y 2016 fueron procesados solo 7,1 toneladas.
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