Después de que la OPEP+, que agrupa a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a sus aliados, entre ellos Rusia, acordara fuertes recortes de la producción, frenando así la oferta en un mercado ya muy ajustado, la Casa Blanca dijo que consultaría con el Congreso sobre la posible activación de "herramientas y competencias adicionales" para reducir el control del grupo sobre los precios de la energía.
Esta decisión de la OPEP+ podría provocar un repunte de los precios del petróleo hasta los 100 dólares por barril, siempre y cuando no se produzcan brotes fuertes de covid-19 a escala global y la Reserva Federal de EE.UU. no se vuelva inesperadamente agresiva, pronostica Rohan Reddy, director de investigación de Global X ETFs, a CNBC.
"Debido a esta decisión, es probable que la volatilidad regrese al mercado", asegura Reddy. Según explica, "a pesar de las preocupaciones sobre la resistencia de la economía mundial, el mercado del petróleo está ajustado, todo lo cual debería servir como viento en popa para los precios en el cuarto trimestre".
En medio de los recortes anunciados, Washington puede volver a considerar la ratificación del proyecto de ley conocido como ley Sin Cárteles de Producción y Exportación de Petróleo (NOPEC, por sus siglas en inglés).
Esta iniciativa legislativa podría exponer a los miembros del organismo a demandas antimonopolio ante los tribunales de EE.UU., lo que podría servir de herramienta para combatir los altos precios del combustible, explica Reuters.
El documento fue aprobado el pasado 5 de mayo por un comité del Senado sobre la base de que se pretende proteger a los consumidores y a las empresas estadounidenses de las subidas de los precios del petróleo. Para que entre en vigor, la normativa aún debe ser aprobada por el pleno Senado y la Cámara de Representantes antes de ser firmada por el presidente. Ello permitiría a Washington eliminar la inmunidad de jurisdicción de la OPEP+, con el objetivo de demandar a sus miembros por actividades monopolísticas en el sector.
La NOPEC, presentada por primera vez en el año 2000, nunca ha llegado a convertirse en ley, pese a que hubo numerosas tentativas. Las versiones anteriores del proyecto han fracasado en medio de la resistencia de la industria petrolera de EE.UU., incluida la que ofrece el principal grupo de presión petrolero estadounidense, el Instituto Americano del Petróleo (API, por sus siglas en inglés).
Este 'lobby' se opone desde hace tiempo a la normativa, alegando que podría perjudicar a los productores de petróleo y de gas de Estados Unidos.
"[La NOPEC] crearía una mayor inestabilidad en el mercado y exacerbaría los desafíos existentes en el comercio internacional", sostiene Mike Sommers, presidente y director ejecutivo del API. "Esta legislación no sería útil en ninguna condición de mercado pasada, presente o futura", recalca.
Una de las preocupaciones de la industria reside en que la potencial legislación podría conducir finalmente a una sobreproducción de la OPEP, haciendo que los precios sean tan bajos que las empresas energéticas estadounidenses tengan dificultades para aumentar la producción. Mientras tanto, Arabia Saudita y otros países miembros del organismo tienen algunas de las reservas más baratas y fáciles de producir del mundo, señala Reuters.
"Es un asusta-niños"
El vice primer ministro ruso, Alexánder Nóvak, calificó la NOPEC durante el quinto foro internacional Semana de la Energía de Rusia, como un "asusta-niños" que, a pesar de los años de debates, nunca será aprobada.
"Este proyecto de ley se plantea periódicamente en el Congreso [de EE.UU.] cuando surge alguna tensión con los países de la OPEP. No creo que cambie su estatus", dijo el alto cargo citado por TASS. "La aprobación de esa ley supondría un grave conflicto con los productores de petróleo", explicó.
En relación a las posibles consecuencias para Rusia, Nóvak señaló que su país tiene una "especie de acuerdo de cooperación" con la OPEP, que sus acuerdos bilaterales son "voluntarios" y que "no hay obligaciones" entre Moscú y el organismo.
"Esta ley no nos afecta en absoluto, no formamos parte de la organización OPEP", explicó el vice primer ministro ruso.
Contragolpe
Algunos analistas advierten que la aplicación de la ley podría traer consigo algunas consecuencias peligrosas imprevistas. Así, la NOPEC podría dar lugar a un contragolpe involuntario, incluida la posibilidad de que otros países tomen medidas similares contra Estados Unidos por retener la producción agrícola para apoyar la agricultura nacional, por ejemplo, aclara Reuters.
No obstante, las naciones de la OPEP+ también podrían contraatacar de otras formas. De hecho, en 2019, Arabia Saudita amenazó con vender su petróleo en monedas distintas al dólar si Washington aprobaba la normativa. Hacerlo socavaría el estatus del dólar como principal moneda de reserva del mundo, reduciría la influencia de Washington en el comercio mundial y debilitaría su capacidad para aplicar sanciones a los países extranjeros.
Riad también podría decidir comprar al menos una parte de armas a países que no fueran Estados Unidos, lo que afectaría a la industria armamentística de la nación norteamericana.
Además, Arabia Saudita y miembros de la OPEP+ podrían limitar las inversiones estadounidenses en sus países o, simplemente, aumentar los precios del petróleo que venden a EE.UU., lo que socavaría el objetivo básico del proyecto de ley, subraya Reuters.
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